Gil Villalobos es conocido en todo el estado por la calidad en cada uno de sus maquillajes, su trabajo en grandes propuestas teatrales, su participación en el ya extinto Festival Internacional Tamaulipas, la creación del proyecto en el que se impulse a la mujer y su camino en la educación de todo lo relacionado con la belleza.
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El día de hoy EL SOL DE TAMPICO comparte una interesante entrevista en donde el talentoso maquillista recuerda sus inicios en las artes escénicas, la importancia que tuvo en su carrera el Grupo Bocana bajo la dirección de Cuco Hernández y cómo descubre que caracterizar obras era lo suyo.
“A mí me atraía mucho todo lo que era el teatro, pero no había descubierto qué quería, porque no me gustaba actuar, una vez actué en Jesucristo Superestrella y sólo entré al escenario a caerme y a sentirme mal, pero volví porque me la pasaba súper padre, mis compañeros eran súper buena onda, hasta que el director me regañó porque yo sólo iba a distraer a la gente”.
La disciplina que se vive tras bambalinas llevarían a aquel joven hiperactivo a descubrir su verdadero talento en el teatro, ya que fue en una Muestra de Teatro Estatal “Rafael Solana”, en donde dejaría claro que maquillar a sus compañeras era lo que él quería hacer.
“Grupo Bocana llevaba como 5 obras ese año pero el director me dice 'tú no vas' porque yo no actuaba en ninguna obra, no me había aprendido ningún papel. Pero le dije 'llévame, yo te ayudo a cargar maletas, a hacer vestuarios, a maquillar' y justo me ponen a maquillar Rosa de dos aromas, de Emilio Carballido, una obra muy complicada en la que participan dos actrices, 9 escenas, en donde las actrices en cada escena salen maquilladas, peinadas y vestidas de diferente manera, esos cambios se hacían en 10 segundos a obscuras”, recordó con mucha emoción su debut como maquillista.
Gil detalla que la complejidad de la obra y sobre todo su trabajo como maquillista impacta mucho al público y las actrices Elvia Medina y Teche Ortega reciben el premio como mejor actriz en dicha muestra, recordando que los jurados se dieron a la tarea de visitar el área de trabajo en donde él elaboró cada maquillaje.
“Fue un concurso estatal, entonces ahí conocí a directores de todo el estado y ven mi trabajo, se me abren puertas en Ciudad Victoria, Reynosa, Matamoros a donde me llamaban porque puedo decir que no había nadie que maquillara teatro en aquellos años”, comentó.
LAS GRANDES OPORTUNIDADES
El Festival Internacional Tamaulipas representaba año con año la oportunidad de mostrar el talento de artistas y creadores de todo el estado, combinado con propuestas nacionales e internacionales y Gil Villalobos recuerda grandes experiencias vividas en el marco de dicho encuentro cultural.
“El FIT empezó en el año 2000 y fue muy importante en mi carrera porque todo lo anterior que realicé era teatro experimental y ahí era teatro profesional, era maquillar óperas. En ese festival alternaban artistas que venían de otros países, con alumnos de la UAT, talento de la región. Me tocó participar en todos los festivales”.
El también reconocido docente recuerda que cada ópera incluía cerca de 200 personas en escena, que entre sus trabajos estuvo colaborar con artistas de la Compañía Nacional de Teatro y la Compañía Nacional de Danza de Bellas Artes.
“Ahí me conocieron los directores y me esforzaba por hacerlo bien, trabajabas con lo que tenías a la mano, no había tanta tecnología y eso le gustaba a los directores, que yo siempre estaba concentrado en lo que estaba haciendo”.
Uno de los más grandes regalos que él asegura seguir atesorando de este gran momento en su carrera es la amistad, detallando que muchas figuras se convirtieron en grandes amigos con los que ha formado un importante lazo que le deja claro que algo hizo bien.
“El momento del actor en el camerino es algo mágico, con el maquillaje se van transformando, tú estás presenciando ese cambio, es cuando el actor se empieza a memorizar sus parlamentos, esa intimidad que nadie ve, son dos funciones y a mí me toca una muy bonita, la de atrás, a mí me encanta y no la cambiaría por nada”.
ELEVAR LA AUTOESTIMA Y COMPARTIR CONOCIMIENTOS
En la vida del talentoso maquillista hay algo claro, compartir sus conocimientos a las nuevas generaciones será su legado y bajo esa premisa se ha dado a la tarea de impartir cursos y talleres a mujeres, además ha creado el proyecto Beauty Queen en el cual comparte clases de autoestima, noches de gala y más con niñas, adolescentes y mujeres maduras.
“Llega un punto en el que te das cuenta que debes compartir, lo que hago de dar clases para que alguien aprenda un poquito es muy satisfactorio porque siento que soy compartido, tengo mis cuadernillos y les digo 'esto me ha costado más de 20 años pero aquí están', no me gusta ser egoísta”.
Gracias a la invitación de la Mtra. Raquel Ibarra desarrolló su primer taller de automaquillaje y poco a poco implementó diversos enfoques como social, artístico, body paint y más.
“Llegan alumnas que me dicen 'yo no sabía ni para qué era esta brocha' y terminan haciendo unos body paint increíbles, y también a mí me asombra, es algo muy padre, me da mucha satisfacción el saber que esto va a continuar”.
Su gusto por los certámenes de belleza y también su participación en los mismos maquillando a grandes participantes lo llevaron a ver ciertos aspectos de dicha actividad que lo impulsaron a la creación de Beauty Queen, una oportunidad de enaltecer la belleza sin medidas exactas y otorgando coronas a todas las participantes.
Gil Villalobos finalizó asegurando que seguirá trabajando, compartiendo sus conocimientos con las nuevas generaciones y siendo parte de diversas actividades; actualmente forma parte de la producción de un cortometraje que dirige Adrián Contreras.
FRASE
“Yo me enamore del teatro cuando me empezaron a dar disciplina, desde la primera obra que dieron dije bueno la voy a hacer y la voy a hacer bien”.
“Cuando apenas estaban construyendo el Metro, pasaba con mi equipo de trabajo y les decía ahí vamos a trabajar, porque el teatro a mí ya me había enamorado y se cumplió”.
“Yo participe varias veces como jurado, pero para mí era muy triste que solo una ganaba, todas le echan ganas, todas quieren ganar pero solo hay una corona. Por eso mi proyecto no es un concurso, es una oportunidad para que las participantes tengan un crecimiento, sin ponerles reglas, que se diviertan y dejarles algo que les ayude a crecer.
