Una de las más hermosas formas de expresión es la poesía, una manifestación de la belleza por medio de la palabra, habitualmente en verso y que nos habla de la sensibilidad humana.
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Hoy, en el marco del Día Mundial de la Poesía instaurado por la UNESCO en 1999, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística por medio de la expresión poética, reconocidos poetas de esta zona comparten a EL SOL DE TAMPICO su singular estilo de ver la vida.
Marisol Vera Guerra, es una creadora cuya obra abarca los géneros de poesía, ensayo, narrativa y dramaturgia, además de experimentar con el dibujo, el videopoema y la performance, originaria de la Huasteca y tampiqueña de corazón.
"De niña nunca se me dio bien el bordado, mi abuela y mi madre intentaron alguna vez mostrarme, sin demasiado éxito, cómo crear graciosos relieves con hilos rojos y amarillos sobre la manta cruda ¡y menos tuve talento para el tejido! Me hubiera gustado ser capaz de crear estas narraciones sensoriales, ser como las tejedoras y bordadoras que hacen de la tela una página para tensar la trama de una historia palpable, así, por ejemplo, las artesanas huastecas: cada color, cada forma en su lugar para explicar el mundo", comenta.
En cambio aprendió a "hilvanar palabras" que escuchaba de su abuela como "ya recuérdate", "asemesmo" y que luego hallaría en las lecturas de "El Quijote" y que para ella fueron las más puras expresiones de la poesía.
Desde niña supo que el bordar en tela no era lo suyo, que a ella le tocaba tramar historias de otra forma y en un principio su familia no quería que fuera escritora. "Y en verdad me esforcé mucho en diversas etapas de mi vida, para dedicarme a otra cosa y así intenté desempeñarme en diversos oficios, unas veces me vomitaba el sistema y otras veces yo misma acababa con él para huir, hasta que me hice consciente de que la poesía es una herramienta de autoconocimiento y, en muchos casos, también un instrumento del cambio social".
Al hablar sobre la participación de las mujeres en la poesía actual enfatiza: "Estamos cambiando los finales de los relatos y llenando las páginas con lo que nosotras pensamos y eso incluye la esfera pública y la privada, las calles y los cuerpos. Temas como la maternidad, el aborto, la menopausia, van dejando de ser marginales y se colocan en su sitio de universales; así como los temas sobre política, ciencia o economía son tomados igualmente por las escritoras dentro y fuera de la poesía.
"Aquí en Tamaulipas tenemos varias voces relevantes, solo por citar algunas, en Tampico a Gloria Gómez Guzmán, quienes hemos tenido el privilegio de leer su obra sabemos que aunque ella se aleje de los reflectores su reconocimiento es inevitable; entre las autoras que recientemente han publicado en el puerto están Verónica Olvera Rivas o al norte, la obra indispensable de Cynthia Rodríguez Leija, que hace poco hizo un híbrido entre reportaje y poesía para hablar de temas como la violencia de género, el feminicidio, la prostitución. La poesía también se vuelve activismo sobre y para nosotras", finalizó
Para la tampiqueña María Luisa Govela Sierra, quien ha publicado, entre otras obras, "Tiempo de palabras", "Península del viento", "Claraboya" y "El enemigo entrañable", la poesía es un fenómeno en constante evolución, no es posible dar una definición que satisfaga a todos.
Y en ese sentido, comentó que Neruda alguna vez expresó: Nunca he sabido lo que es la poesía. No he podido aconsejar a nadie sobre esta sustancia oscura y a la vez deslumbrante".
Añade: "Siguiendo el criterio que me parece muy acertado del Maestro Jaime Labastida, recordemos que el poema es una construcción verbal que posee sentido y su parte esencial es la frase poética".
Destaca que por ejemplo para Gustavo Adolfo Bécquer la poesía residía en los objetos, el crepúsculo, la mujer, la naturaleza, y en una ocasión dijo: "Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía".
Para el tamaulipeco Baudelio Camarillo: "Un poeta solo puede hablar de aquello que conoce, de aquello de lo que está lleno, rebosante su corazón, sus sentidos, su memoria, sus sueños".
Camarillo, nacido en Xicoténcatl, ha recibido varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, Premio de Poesía San Juan del Río, Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta y su poemario "En memoria del reino" se incluye en la compilación del Premio de Poesía Aguascalientes 30 años.
"Nací y crecí a la orilla de un pequeño río de aguas claras y limpias en el estado de Tamaulipas, en un trópico bastante extremoso, con un sol de un amarillo intenso" -recuerda-, "era maravilloso abrir los ojos bajo el agua y mirar cómo los rayos de sol que atravesaban la fronda de los sabinos bajaban como largos tubos de un monumental órgano catedralicio. De algún modo había cierta solemnidad en aquel silencio bajo el agua. Recuerdo que uno de nuestros juegos preferidos era cargar una pesada roca y atravesar caminando por el fondo del río. Tal vez ahí despertó la semilla de la poesía en mí; tal vez, mirando esas aguas diáfanas comenzó a nacer para mí el lenguaje sencillo y transparente con que escribo".
Sobre hacer poesía comenta: "No es algo que yo haya escogido, no, es algo que hago así porque me nace hacerlo así, porque escribirlo de una manera más rebuscada me sonaría falso a mí mismo. Y es también con todos sus errores, la mejor manera en que puedo escribir mis experiencias, mi poesía. Va ahí todo mi ser completo, con dispareja fortuna, por supuesto, pues reconozco que hay poemas que están más logrados que otros".
Él busca en el poema emoción y como lector también la pide: "Quiero cargar mis poemas de emotividad porque eso es lo que busco en la poesía. Otros buscan experiencias lingüísticas o intelectuales, por decir algo. Y todos pensamos estar en el lado correcto, sentimos que la poesía está en la manera como entendemos la poesía. ¿Quién tiene la razón?".
El poeta que emigró de Tamaulipas a la edad de 15 años dice que todo escritor tiene la esperanza de perdurar en este terreno.
El tampiqueño Arturo Castillo Alva, poeta, narrador y dramaturgo, y quien a lo largo de su vida ha recibido un sinnúmero de reconocimientos, señala que para él "la poesía es el espacio que existe entre el demonio y Dios; entre el filo de la espada y la pared oscura; el aliento dulce entre la víctima y el victimario; el golpe entre el relámpago y la noche; el resquicio entre el instante y el olvido; entre el esputo y el contagio; entre la necedad y lo eterno; entre el palimpsesto y lo visible; entre la piel y tu vestido; entre el sueño y el espanto; entre la mortaja y el cadáver, ese gusano; la hendidura entre la huella y tu crimen; el resquicio entre el ala que se desprende y el ángel que cae en la banqueta; el espacio que existe, estrechándose, entre lo marchito y lo inmarcesible. El beso eterno entre el pus y la llaga".
Al hablar sobre sus poetas preferidos comenta: "Debería tenerlos, pero no es así. Alguien dijo alguna vez que el gran poema nunca se escribe porque, esto lo agrego yo, se pierde entre el trayecto del cerebro a la mano, en el resquicio que existe entre los dedos y la pluma, en el que se aprieta entre la punta de esta y el mísero papel. Amo sin embargo algunos poemas que supieron hablarle a momentos desconcertados de mi vida, que todos los tenemos. Y suelo releerlos, más no sé si por amor a la poesía o por regodearme en antiguos dolores".
Recuerda que una vez le preguntaron que si hubiera tenido la oportunidad o los dioses hubiesen sido benevolentes con él, le habría gustado ser un poeta, hoy vuelve a responder: "No lo creo, puesto que siempre he pensado que carezco de la pasión suficiente: aunque no sé de dónde diablos saco que un poeta deba ser necesariamente apasionado. Una vida se conforma con las frustraciones de lo que no fuiste. Yo habría sido feliz como primera base en un equipo de beisbol donde figurara además como el sexto en el roster de bateo, pues siempre fui modesto. Pero, y perdóneseme la digresión: ¿quién merece ser feliz?".
También recuerda que otra ocasión le cuestionaron: ¿Ahora que su vida está a punto de terminar, en el supuesto de que hubiera sido usted un gran poeta, ¿se habría tatuado en el pecho una de sus poesías?
"Seguramente, como tantos hacen. Aunque el problema habría sido ¿qué color de tinta combinaría mejor con el tono de mi piel y el azul de mis pupilas?", finalizó.
