Empujada por el destino o la vida misma, Yolanda Moctezuma Espiricueto inició su camino en las artes desde muy pequeña, contando siempre con el apoyo de su familia, especialmente el de su mamá, una mujer de carácter fuerte, segura de construir en su hija lo que es hoy, una institución en el arte y la docencia.
La distinguida maestra comparte hoy con los lectores de EL SOL DE TAMPICO cómo fue su incursión en las artes como la música y luego paso a paso fue construyendo un camino que más tarde la llevaría a toparse con la danza y la docencia.
Hoy a casi 40 años de haber iniciado su carrera comparte cómo ha sido apegarse a las nuevas exigencias, los retos que enfrenta con proyectos que le dan la fuerza para seguir inspirando.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
EL PIANO Y LA NEGACIÓN DE ESTUDIAR MÚSICA
“De seis hermanos soy la única mujer y por ello ni mamá me metió a los 11 años a clases de piano con un maestro que vivía en la misma calle que nosotros en el centro de Tampico. Un año fue lo que estuve con ese maestro, él me enseñó a hacer escalas, al principio era bien padre pero luego me aburrió porque no me ponía canciones”, recuerda que así inició su gusto por la música.
Durante la charla Yolanda recuerda que en ese entonces ya se sentía atraída por el baile, pero la música de las grandes orquestas de música cubana, la Orquesta Tampico, la motivaban a seguir aprendiendo diversos instrumentos; sin embargo en su madre surgió la negación por no apoyar la inquietud.
“Yo no quería que estudiara música, yo sabía en aquellos tiempos de varios músicos que no tenían trabajo y le dije que no, ella quería al salir de la secundaria irse a la universidad y le dije no me vas a estudiar prepa para que veas opciones de carreras, yo quiero que seas contadora u otra cosa que no sea música”, recuerda su mamá la Sra. Ma. de Jesús Espiricueto Salazar.
La madre de la reconocida maestra recuerda que aun cuando Yolanda no quería estudiar la preparatoria lo hizo de forma extraordinaria y al concliur dicha preparación le brindó la oportunidad de estudiar la licenciatura en la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
SU INICIO PROFESIONAL
“Desde el primer día que llegó de clases me dijo necesito un violín, una guitarra, necesito esto, lo otro y ahí va la madre a México a comprar lo que me pedía y para mi sorpresa a los 15 días me dice me voy a Reno, Nevada, a cantar, estuve muy feliz porque ahí supe que eso era lo que ella realmente quería y sentí mucha emoción y desde entonces no la he soltado”, intervino la Sra. Espiricueto durante la entrevista.
Yolanda Moctezuma explica que su mamá la acompañó a todas sus presentaciones, no sólo en Tampico sino también en diversas ciudades dando muestra del orgullo que siente por ella y sus logros. “Yo sentía que cuando bailaba o hacía música era tan grande, me dada tanta felicidad que no dudaba en decidir nada. Entré a la universidad a los 17 años y empecé a estudiar danza folclórica sin darme cuenta que también la danza era parte de querer ser maestra”.
La maestra recuerda que al ser parte de la UAT ingresó al Ballet Folclórico de Extensión Universitaria bajo la dirección de Norma Mar y durante tres años aprendió las diversas técnicas, para posteriormente darse cuenta que ella quería dirigir una agrupación de danza.
LLEGA AL INSTITUTO NACIONAL DE BELLAS ARTES CUERNAVACA
“Me fui al Instituto Regional de Bellas Artes de Cuernavaca a estudiar danza, fue un curso súper intensivo ahí me acompañó otra amiga Elsa Méndez y Sara Hernández Mar, a la vez aprovechaba todas las clases optativas y aprendíamos dos regiones más, la que nos daban en la mañana y en la tarde, era una carrera completa”, describió.
Ella explica que también formó parte del IRBA Tampico que era dirigido por Juan Antonio López, logrando así una formación integral y llena de aprendizajes que la llevaron a convertise en alumna de excelencia.
“Cuando termine la carrera como profesor de música, me gané el primer lugar y me regalaban una beca de un mes a Hungría o tres días en los que viajaría a México a visitar al presidente José López Portillo y no quise ir a Hungría, esa visita la realice junto a mi mamá, vivimos una experiencia muy bonita, única”.
LA DOCENCIA ES UNA GRAN PASIÓN
A los 17 años Yolanda Moctezuma Espiricueto se inició en la docencia impartiendo clases de órgano a domicilio, logrando reunir a más de 20 alumnos, posteriormente la Escuela Secundaria “Matías S. Canales” le abriría sus puertas para posteriormente incorporase a la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
“Con el apoyo de mi mamá y mi tía Gloria García me dieron horas en la Secundaria No. 1, eran 6 horas en la mañana y 4 horas en la nocturna para trabajadores, fue una experiencia muy diferente y de mucho aprendizaje y tuve muchos retos”.
La formación de grupos corales, grupos de danza y participaciones en festivales locales y estatales, formaron parte de los logros de su trabajo como docente de la secundaria, para posteriormente recibir la invitación para ser docente en su Alma Mater.
“Ya en la UAT viví varios cambios, pero era muy bonito ver a los alumnos que cada día eran más y más , se dice corto y fácil pero se ha llevado casi 40 años todo el proceso para avanzar y formar alumnos. Llegamos a tener 100 alumnos en los festivales artísticos que organizábamos para que la sociedad conociera la música, la danza y las tradiciones”.
PROYECTOS ACTUALES
“Empecé un nuevo grupo de forma independiente, lleva por nombre “Compañía de Danza Magisterial Viva México”, siempre he sabido lo que he querido pero era joven, hoy todos los integrantes son adultos, son maestros a los que les dije por qué no seguimos proyectando el folclor”, asegura.
Yolanda Moctezuma señala que con este proyecto busca que los 25 profesores que lo integran sigan inspirando a las nuevas generaciones, porque aun cuando ella se jubiló de la docencia, no lo ha hecho de la danza.
“No imaginé vivir un nuevo comienzo, nunca pensé cómo iba a sentirme si llegaba a jubilarme y sentía que iba a estar lejos de lo que me apasiona, sin embargo dije voy a invitar a todos los que les gusta bailar y vivir esa experiencia de presentarnos ante un público, si Dios quiere nos vamos a presentar en marzo del 2022”.
Además de esta nueva agrupación Yolanda Moctezuma se ha dado a la tarea de apoyar a talentos emergentes, brindando asesoría y obsequiando vestuarios, su labor altruista ha sido premiada con diversos reconocimientos.
