El zacahuil es un alimento muy popular en la zona norte de Veracruz y sur de Tamaulipas al punto que se ha convertido en un símbolo de identidad cultural para la región huasteca.
En torno a este platillo se han realizado investigaciones etnográficas sobre su origen y con ellas mitos contemporáneos que han distorsionado el sentido ritual de este alimento en las poblaciones indígenas de la Huasteca.
Zacahuil, ¿un platillo de caníbales?
Una de estas leyendas es que el zacahuil, este enorme tamal en épocas prehispánicas era preparado con carne humana de violadores, enemigos de guerra o conquistadores, lo que aduce a que los primeros pobladores de esta región practicaban el canibalismo.
se trata de relatos ficcionados que no tienen un sustento historiográfico, es decir, que hasta el momento no se han encontrado registros o documentos de aquella época que refieran a que el zacahuil se creó a partir de un castigo colectivo a un cacique mexica que abusaba sexualmente de las mujeres de esta zonaseñaló el cronista de Pánuco, Luis Enrique Pérez
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¿Cuál es el origen del zacahuil?
En contraste a estas historias urbanas, el zacahuil tiene un significado más profundo y místico para las poblaciones indígenas de origen náhuatl que habitan las localidades de Zontecomatlán, Ilamatlán, Benito Juárez, Chicontepec e Ixhuatlán de Madero, en la huasteca veracruzana.
Este sentido ceremonial está determinado por el tipo de cocimiento del zacahuilli, el cual se coce en hornos subterráneos por corresponder a rituales en honor a los regentes de la tierra y del mal que se veneran en las fiestas del carnaval, como ha señalado Arturo Gómez Martínez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
La cocción bajo tierra en la huasteca es muy similar a la que se emplea en la península de Yucatán para elaborar la cochinita pibil.
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En este contexto, la incorporación de la carne de guajolote o de cerdo corresponde a la creencia de que el animal al ofrendarse como parte de este gran tamal (zacahuil) se convierte en un mensajero entre el hombre y el mundo extra físico, una comunión con la cual se busca el equilibrio en los ciclos de la naturaleza para bienestar del propio hombre.
De esta manera, entender al zacahuil como ofrenda de reciprocidad de comunión nos permite ampliar nuestra visión sobre este alimento que está presente en nuestra cotidianidad como parte de celebraciones sociales y religiosas.