El camino hacia el altar en la Catedral de Tampico conformado con esvásticas nada tiene que ver con el nazismo de Adolfo Hitler.
Aunque el tema siempre ha causado curiosidad y debate, la existencia de este tipo de cruz gamada data muchos años atrás de que Hitler y el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán sembrara el terror en Europa.
EL ORIGEN DE LAS ESVÁSTICAS
De acuerdo con un artículo del sitio web www.elconfidencial.com, el significado etimológico de la cruz de brazos doblados en ángulo recto, que proviene del idioma sánscrito -hablado antiguamente en la India-, es “bienestar”. Otras traducciones literales son: buena suerte, salud, éxito y prosperidad.
Unas connotaciones positivas y esotéricas que hicieron común su uso en piezas de bisutería o incluso en artículos de costura, aunque tras la adopción de este símbolo por parte de los nazis suele aparecer rotado 45 grados.
LA HISTORIA EN TAMPICO
El camino con esvásticas de la catedral porteña se colocó poco después de 1920, cuando el matrimonio Doheny, propietarios de la Huasteca Petroleum Company, patrocinó en 1920 la remodelación del edificio que se encontraba en muy malas condiciones.
“Desde luego siempre ha estado el vínculo nazi, pero yo he llegado a la conclusión de que no hay una relación aparente, porque si bien para 1926 que es cuando ya existía el partido nazi como tal, apenas estaba cómo avanzando”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, el cronista de la ciudad, Josué Picazo Baños.
“Me parece que difícilmente había una influencia tan grande en Tampico como para que se incluyera una especie de propaganda en la catedral”, agregó.
Señaló que previo al crecimiento del partido nazi, a principio del siglo XX, esta cruz era un símbolo de moda al que se le atribuía la buena suerte y la fortuna.
ADIOS, ESVÁSTICA
Aunque la esvástica ha sido un símbolo religioso, más tarde decorativo, esotérico y asociado con la buena suerte en distintas culturas, su vínculo con el nazismo obligó que dejara de ser usada.
Basta con entrar a la Catedral de Tampico para notar en el piso las cruces esvásticas, lo que aún causa asombro y a otros curiosidad.