La lucha libre es un deporte que sigue vivo con el pasar de los años y que se ha convertido un icono de la cultura mexicana; de Tampico han salido luchadores profesionales, entre los que se encuentra Carmelo Torres, conocido en la lucha como “Judas Iscariote” o como “Misterio Negro” junto a su hijo.
Un arduo deporte, en el cual se debe llevar una disciplina constante para poder ser un luchador profesional, el cual por mucho tiempo don Carmelo lo fue, hasta llegar a ser un maestro y sinodal de la Comisión de Box y Lucha Libre de Tampico.
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El espíritu de la lucha libre le despertó desde que era un niño
El exluchador profesional Carmelo Torres Guzmán, de 70 años de edad, quien actualmente reside en la colonia Congregación Anáhuac en Pueblo Viejo, Veracruz, en entrevista para EL SOL DE TAMPICO compartió como comenzó su pasión por la lucha libre desde la década de 1960.
“Desde niño me llevaron a ver las funciones de lucha libre, no había otra cosa más que la lucha libre y las carpas de circo y el cine; a mis papas le gustaba ir a ver la lucha libre y me llevaron, y de esa manera yo comencé a despertar el espíritu de entrenar lucha libre”, relató.
En su juventud comenzó a practicar esta disciplina; aunque al principio no pensó en llegar a ser un profesional, la vida lo llevó poco a poco hasta ser un maestro.
“Llegar a dominar la lucha libre es algo muy especial, no cualquiera logra dominarla, requiere de entrenamiento y de conocimiento”, presumió.
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¿Cómo es el entrenamiento de un luchador?
Entre los maestros que lo llevaron a la profesionalización estuvieron Rubén Rubio Cebra y Sergio Musco Aragón; agregó que el entrenamiento es duro y no es para cualquiera.
“Para empezar a practicar lucha libre tienes que hacer calentamiento del cuerpo desde las rodillas, hasta el pescuezo y ya luego entrenar caídas, saber levantarte, saber caer”, explicó.
Señaló que el reglamento exige que el competidor, sepa pararse correctamente, subir al cuadrilátero, pero sobre todo saber enfrentar al público.
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“¿Cómo se enfrenta? Dominando, si no dominas al público no dominas nada, eres un 'luchador seco', como se le dice en la lucha libre, aunque sepa mucho de lucha libre si no sabe expresarlo no llega a nada”, planteó.
En este tipo de deportes se le debe respetar al público, como indica don Carmelo que en su época no se le insultaba ni trataba mal.
“El reglamento de lucha libre dice que al público no se le debe de faltar el respeto, ni de obra ni de boca, si ves un luchador o luchas viejas, no se metían con el público a insultarlo”, planteó.
Un accidente lo dejó fuera del cuadrilátero
Carmelo Torres fue uno de los pioneros junto a Rudi Catillo en organizar una exhibición de lucha libre amateur en Tampico, una rama que no era tan practicada en la lucha; debido a un accidente automovilístico que le dañó la columna vertebral y el estómago tuvo que retirarse de este deporte que le apasionaba.
“Tengo tres discos de la columna corridos y mi estomago se me reventó, tengo 36 puntadas en la panza y una malla”, precisó.
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Hoy en día se dedica a reparar bicicletas en su taller ubicado en la calle Matamoros, esquina con Benito Juárez, en la colonia Congregación Anáhuac, Pueblo Viejo; en donde es conocido por todos los vecinos como “Don Judas” en referencia a su etapa de luchador que hoy cuenta con entusiasmo y que su hijo sigue el legado.