Figura del boxeo mexicano, ex campeón del mundo en la división welter, Pipino Cuevas afirmó de forma contundente que los títulos de carácter nacional en México no tienen la misma importancia o valor que los que se disputaban en su juventud, ya que actualmente se les da tan poca importancia y hay tantos entrenadores que nunca fueron boxeadores, que se han devaluado.

 “Los títulos nacionales se han devaluado y hace falta profesionalismo en el boxeo mexicano”, así es el análisis que hace para ESTO una de nuestras leyenda viviente del pugilismo. Legendario en la división de los pesos welter.

A los 18 años, Pipino demostró que tenía la casta para salir campeón y que la efectividad de su pegada le traería grandes éxitos en el deporte de los puños.

Sin embargo, la falta de seriedad en los títulos nacionales es para él, una voz autorizada en este tema, una cuestión que debe preocupar en el medio nacional, ya que cuando él era peleador se tomaba con absoluto profesionalismo, actualmente no hay gente comprometida.

 “Ha habido muchas coronaciones, pero luego a la primera defensa se va. Hay buenos peleadores ahorita. He ido a muchos gimnasios, hay mucha gente dando clases y esa gente nunca se puso los guantes, nunca pelearon, luego por eso pasan tantos accidentes porque no saben parar una pelea a tiempo”.

El oriundo de Santo Tomás de los Plátanos, Hidalgo, se convirtió en el primer campeón mundial de peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo, al derrotar en apenas dos rounds al puertorriqueño Ángel Espada en la plaza de toros Calafia, de Mexicali, Baja California. Poco menos de un mes antes, perdió contra el estadounidense Andy Price en el Sports Arena de Los Ángeles, California, el 17 de julio de ese mismo año.

“Para llegar a una (pelea) estelar de sábado, había muchos peleadores y muy buenos. Para llegar a ser campeón nacional se sufría muchísimo y luego para ser campeón mundial todavía más”, recordó el ex monarca.

Como amateur, Pipino enfrentó en sus mejores años a campeones nacionales, tales como Fernando Sotelo y Enrique García.

“Debuté a los 15 años. Todavía no era profesional y ya boxeaba con José Palacios (campeón nacional de la misma división, al que posteriormente le arrebató el título) Tengo muchos recuerdos, la carrera del boxeador es corta, estuve peleando por 23 años porque siempre me cuidé mucho dentro y fuera del boxeo, nunca fumé y nunca tomé, hasta la fecha; ya son más de 25 años de retirado y sigo igual”, manifestó el ídolo.

Por otro lado, el ex monarca reconoció que en la actualidad hay mucho talento en el pugilismo amateur y en el profesional, pero le parece lamentable que haga falta la gente que les instruya como se debe.