El beisbol y el softbol del sur de Tamaulipas se encuentran de luto. Nicolás Lázaro Cárdenas Toledo, pelotero de origen cubano que se quedó a radicar en Tampico, se nos adelantó en el viaje sin retorno el día de ayer a la edad de 86 años, dejando en el recuerdo de quienes le conocieron la amistad y conocimientos sobre la práctica del rey de los deportes que a muchos les dejó con sus enseñanzas.
Nacido el 22 de mayo de 1933 en La Habana, Cuba, el serpentinero ya consagrado en su país Nicolás Cárdenas llegó a nuestro país con la intención, junto con muchos otros paisanos suyos, de internarse en los Estados Unidos, lográndolo algunos como es el caso de Luis Tiant, que tuvo la oportunidad de jugar en las Ligas Mayores.
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“Nico”, como se le llamaba afectuosamente en los últimos tiempos, decidió quedarse en nuestro país. Arribó en 1959 y jugó con novenas como Tigres del México, Puebla, Bravos de Madero y posteriormente jugó con los Alijadores Tampico, y al retirarse de los diamantes se convirtió en coach de esta novena, coronándose en la Liga Mexicana en 1975. Previamente se coronó con Bravos de la Liga Central en 1970 y tras su retiro fue mánager de la selección de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
Posteriormente, ya instalado en el puerto jaibo en el populoso barrio de El Cascajal, se dedicó a jugar al beisbol amateur en el circuito que entonces como hasta ahora, tenía el mejor nivel, la Liga Independiente de Tampico, para conforme transcurrieron los años, también practicar el softbol y más adelante se convertiría en ampayer, ya en la Liga de Jubilados, en los últimos años de su vida, pero además, es reconocido por haber apoyado con sus conocimientos beisbolísticos a todo cuanto quiso aprender de él.
Descanse en paz Nicolás Lázaro Cárdenas Toledo, quien seguramente ya recorre los senderos en el diamante eterno, el del más allá.
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