Uno de los inmuebles más emblemáticos en la zona sur de Tamaulipas sin duda fue el Parque Alijadores, casa de los Alijadores de Tampico dentro del beisbol profesional, caracterizado principalmente por la vía del tren que cruzaba el diamante, lo que provocaba un espectáculo único dentro del rey de los deportes a nivel mundial.
Inaugurado un 16 de octubre de 1927, teniendo como ubicación la Isleta Pérez, fue construido primeramente de madera para solo 7 mil espectadores, donde se registraron llenos impresionantes.
Aficionados al beisbol de todo el país arribaban a este inmueble para presenciar el llamativo paso de la locomotora.
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Este hecho que solo pasó en nuestro país, concretamente en Tampico, se ganó el reconocimiento de “aunque usted no lo crea” de Ripley, en donde por cierto un mural localizado en ese mismo sector ilustra la hazaña para que los turistas y habitantes del área metropolitana lo admiren y se tomen la foto del recuerdo.
HILDA LO DEVASTÓ
Tras el paso del huracán Hilda en 1955, el Parque Alijadores quedó totalmente destruido, por lo que se llevaron a cabo trabajos de restauración con concreto para que siguiera funcionando como la sede de los Alijadores de Tampico. Lo llamativo fue que tenía forma similar a la de un camello, con altibajos en las partes altas, siendo llamado “El camello de la Isleta Pérez”.
TESTIGO DE GRANDES TRIUNFOS
Este recinto fue el principal testigo de los dos primeros títulos de los Alijadores de Tampico en 1945 y 1946, de la mano del mánager cubano Armando Marsans.
Posteriormente cerró sus puertas por vez primera en 1948 y reabrió en 1971 hasta 1979, justo en estos años albergó a los Estibadores, sin embargo en 1973 volvieron a llamarse Alijadores.
Dos años después, es decir en 1975, el remodelado estadio volvió a ser testigo principal del tercero y último campeonato de los Alijadores al vencer en cinco encuentros a los Cafeteros de Córdoba, convirtiendo el recito en una locura, ya que se volvía a presentar un nuevo campeonato para la afición a este deporte profesional.
El Parque Alijadores presenció el talento de muchos peloteros como el caso de Murray Franklin Castro Serrell, Ángel Castro, Héctor Rodríguez, Gilberto Valdivia, Manuel “Cocaína” García, Pedro “Charolito” Orta, Lonnie Sommers, Lázaro Medina, Jesús “Cochihuila” Valenzuela, en el pasado reciente el ídolo de muchos niños y jóvenes, Héctor Espino y muchos más.
Sin duda fue un estadio que permanecerá en la memoria de muchos seguidores del beisbol, aficionados que tuvieron la oportunidad de asistir y ver la época dorada de los años 40, los títulos, los grandes peloteros que arribaron, pero sobre todo el espectáculo que se llevaba cada partido, que era el paso del tren en medio del diamante.
Con el paso del tiempo el Parque Alijadores sigue siendo un ícono de nuestra zona sur, de Tamaulipas y de México, recordado por las emociones que se desbordaban en cada encuentro donde la fanaticada gritaba y vivía a plenitud el llamado "rey de los deportes".
