Cesáreo Acosta, el visor del Club Pachuca que reclutó a Hirving “Chucky” Lozano a los 12 años y que hoy triunfa en el futbol de Italia con el Nápoli, afirmó que técnica individual, rapidez y buena actitud son los factores que pueden llevar a un jugador al futbol profesional.
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“Nada más quiero verle tres cosas a un jugador, número uno, técnica individual; que sea bueno técnicamente, que sea rápido y que tenga muy buena actitud, esas tres cosas para mí son fundamentales para que pueda llegar un chamaco a ser profesional”, expresó.
El visor de los Tuzos encabezó el campo de pruebas que se organiza en la arena Marlins por parte de la Academia Tuzos SoccerTam, con la participación de poco más de 150 jóvenes de ambas ramas. “Sí, seguimos observándolos, creemos que por ahí puede haber algún chamaco interesante y sobre todo ya detecté a una jovencita que puede ser importante. (En Pachuca) hemos tenido muchos jugadores de esta zona por lo que yo creo que hay que seguirle buscando por acá. Hablamos de Julio Gómez, Rodolfo Pizarro, y hoy en día tenemos gente interesante en Pachuca de acá”.
¿COMO ENCUENTRA UN BUSCADOR DE TALENTOS A UN JUGADOR COMO “CHUCKY” LOZANO?
“Es que ese se cuece aparte. Yo lo vi antes de los 12 años y era un chamaco que como juega hoy en estos tiempos, así jugaba de niño claro, en su categoría; pero sí, muy rápido, muy valiente, técnicamente bien, sin temor a enfrentar los rivales. Por eso está donde está”.
“Teníamos a Roberto de la Rosa y otros como Paco Venegas, él también salió de Pachuca, lo teníamos ahí, también lo detecté de chavo y es un muy buen jugador. A unos les ves unas cosas, a otro les ves otra, yo veo a un jugador que tiene muy buen golpeo, que es rápido pero el “Chucky” tiene golpeó, velocidad, actitud, “dribling”, era de niño un jugador muy completo para su edad. Sin duda es una gran satisfacción verlos en primera división y que jueguen bien”.
Aseguró que en el futbol hay que insistir hasta lograr la meta. “Es lo que yo lo normalmente les comentó, les pongo ejemplos como el de 'Chucky', que no quedó a la primera, que quedó a la segunda o tercera vez y la gran mayoría de los jugadores que yo he llevado no quedan a la primera. Yo les doy seguimiento y yo veo que el chamaco tiene algo que me gustó, le doy seguimiento, no lo dejo nomás porque sí”.
“Es muy difícil que yo también lleve de cuatro a seis jugadores en una visoria, es muy difícil, normalmente no, en una visoria llevo máximo yo creo que tres. Si veo a 300 jugadores, a la mejor tres chavos son los que ando llevando y les doy seguimiento si es que no me los aceptan la primera”.
“Hay que tener mucha paciencia y ser muy disciplinado para seguir trabajando, para lograr lo que ellos quieren y eso al final les tiene que dar algo y si no son jugadores de Primera División hay equipos de tercera, segunda o hasta de Ascenso que pudieran llegar. Además de que por ahí nosotros tenemos muchos jugadores que luego ya no quedan, pero que terminan una carrera en alguna universidad por su nivel futbolístico. Hay muchas maneras de aprovechar el deporte en este caso el futbol”.
