Dicen que no hay oficio más incomprendido y vilipendiado que el de ser árbitro de futbol, pero a la vez, los que llevan la vocación en la sangre la disfrutan como pocos. Tal es el caso de Víctor Hugo Guerrero Treviño, ingeniero de profesión, maestro por convicción y árbitro por vocación.
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Su debut en el mundo del arbitraje se dio en forma fortuita nos comenta que "cuando tenía 15 años de edad, dirigía un equipo de futbol infantil y fuimos invitados a jugar una "cascarita" en el medio tiempo de un partido de Primera División del Tampico.
Así se acostumbraba en ese tiempo, con un estadio Tamaulipas llenísimo, al cual no llegó el árbitro, por lo que fui invitado a entrar como silbante.
"La experiencia de dirigir ese partido (aunque fuera de niños) en un estadio Tamaulipas lleno de aficionados me marcó: A partir de ahí me propuse ser árbitro profesional".
Pero no todo fue tan fácil, pues el ingeniero Víctor Hugo nos relata que "en mis inicios, por la falta de experiencia, de preparación y una buena guía, sufrí una agresión en un partido, pero eso no me hizo desistir en lograr mi sueño.
Por lo que me tuve que preparar con cursos de arbitraje y a la vez desempeñarme como árbitro en el sector amateur durante varios años, dejando de lado ofertas de trabajo como ingeniero, ya que se me consideraba por parte de los Árbitros Profesionales de Tamaulipas con sede en Tampico-Madero un serio aspirante al sector profesional".
Fueron varios años de preparación hasta que fue observado como juez de línea (ahora árbitro asistente) en un partido preliminar de Segunda División en el estadio Tamaulipas por Edgardo Codesal Méndez, presidente de la Comisión de Arbitraje de la FMF, a quien le gustó su labor y le dio el visto bueno para ingresar al sector profesional cuando trascurría el año de 1993.
"A partir de ese año y hasta el 2003, fui designado principalmente como juez de línea en la Tercera, Segunda (después Primera "A") y Primera División. Mi primer partido como profesional fue un amistoso que se efectuó en 1993, en el estadio Tamaulipas, del Correcaminos UAT contra América de Primera División".
Nos comenta Víctor Hugo mientras le brillan los ojos por la nostalgia al recordar tan bellos momentos.
Agregó que "actué en Primera División y en Primera "A" como juez de línea y cuarto oficial y en las demás divisiones como árbitro central y juez de línea".
Su carrera como árbitro está salpicada de anécdotas como la del año 2001, cuando la FMF no designaba cuarto oficial en la Segunda y Tercera División. En ese año, en la Final de Ascenso de la Segunda División entre las "Aguilas de Tamaulipas" contra "Potros Zitácuaro" y en toda la Liguilla del equipo local "me llevaba mis implementos y uniformes de árbitro, y me ofrecía a apoyar al equipo arbitral en turno como cuarto oficial, lo anterior, con la anuencia del visor de esos partidos, mi jefe, el delegado de los Árbitros Profesionales de Tamaulipas, Guillermo Gutiérrez Moncayo."
El ingeniero Víctor Hugo se codeó con los grandes en el mundo de los silbantes: "Me tocó hacer equipo arbitral en partidos oficiales, como juez de línea, con algunos árbitros mundialistas mexicanos como Arturo Brizio Carter, Felipe Ramos Rizo, Armando Archundia Téllez y Marco Antonio Rodríguez, entre otros".
A su retiro del arbitraje, el ingeniero Víctor Hugo Guerrero Treviño se preparó y participó como visor (ahora asesor de árbitros) en la Tercera División.
A la fecha sigue siendo docente del Tec de Madero, profesión que desempeña de la mano con el arbitraje, mientras transcurre su vida combinada con otra pasión que es la de correr medio maratón, actividad que realiza muy frecuentemente "tirando rostro", como le dicen sus alumnos del Tec Madero a los que imparte cátedra de Programación Web y Móvil.
Todo esto, obviamente, con el apoyo incondicional de su distinguida esposa Isabel y sus bellas hijas Isa Fernanda y Ana Paola. Por cierto, que Isa Fernanda fue la Mejor Estudiante del año 2015 en todo Tamaulipas y obtuvo el segundo lugar a nivel nacional, por lo que recibió un reconocimiento de manos del entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto.