Si cada vez que revisas tu refrigerador tiras comida, lo más probable es que estés aumentando las cifras mundiales de desperdicio de alimentos y no tengas un buen control de tus finanzas del hogar. Esas son las malas noticias. La enhorabuena es que la situación es reversible.
En la sección de Finanzas Personales de la Revista del Consumidor No. 570 del mes de agosto, el tema central fue el desperdicio de alimentos. Un problema que provoca que cerca de mil 300 toneladas de comida se desechen en la basura año con año; se estima que el 61% de esos desperdicios a nivel mundial se origina en los hogares.
¿Cómo dejar de tirar comida?
La Revista del Consumidor Núm. 570 enumera algunas recomendaciones para evitar que la comida se eche a perder en el refrigerador o en la alacena, a dichas opciones agregamos algunas más:
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- Verificar de forma periódica el estado de los alimentos refrigerados, congelados y almacenados
- Consumir primero los alimentos de menor duración
- Planificar las compras: adquirir las cantidades necesarias para un periodo determinado
- No desechar fruta o verdura ya madura: usarla como mascarilla capilar, facial o como abono orgánico
- Organizar un día de buffet en el hogar, por ejemplo, comer el fin de semana la comida que quedó de entresemana.
No podemos tirar comida a la basura
De acuerdo con las estimaciones del Programa para el Medio Ambiente de la ONU, en el 2022, cada persona en el mundo en promedio produjo 132 kg de desperdicio alimentario.
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Entre las consecuencias de este fenómeno se enlistan las siguientes:
- Pérdida de cerca del 17% de los alimentos producidos de manera anual
- Responsable de entre el ocho al 10% de los gases de efecto invernadero
Aunque la cifra de 132 kg de comida tirada per cápita se perciba al principio como exagerada, quizás sea oportuno preguntarse: “¿cada vez que limpio el refri, cuánta comida no termino tirando porque sobró y luego ya nadie se la comió?”
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Una manera de fomentar las sanas finanzas del hogar, al tiempo que se reduce el desperdicio de alimentos, es planificar las compras del mes, sabiendo qué productos y alimentos se van a adquirir y en qué cantidades.
Si bien en los hogares de México se rumorea que “Mejor que sobre que falte comida”, las abuelas también dicen: “¡Ay, no, eso todavía está bueno, ¿cómo lo vas a tirar?” Quizás el aguacate y el plátano maduro ya no sean comestibles, pero sí pueden ser los ingredientes de una mascarilla casera hidratante y nutritiva para el cabello. Así, además de propiciar el autocuidado, se están reduciendo los desperdicios alimentarios.
