Su nombre hace honor al mismo como es conocido, pocas veces se le observa y su aspecto impacta a quienes tienen encuentros directos en las profundidades del océano.
Científicamente se le identifica como Hydrolagus trolli, pero en el argot popular es conocido como el tiburón fantasma y estadísticamente son contados sus avistamientos.
¿CÓMO ES Y A QUÉ PROFUNDIDAD HABITA?
En base a la descripción de los estudiosos de la vida marina y del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera (NIWA), quienes son los que lo han visto de cerca, el integrante de esta familia de escualos es de cabeza protuberante, con círculos negros alrededor de los ojos y posee una espina venenosa delante de la aleta dorsal y mide en promedio un metro con 20 centímetros o más.
Generalmente es avistado a mil 600 metros de profundidad el océano abierto sin embargo, recientemente se le avistó frente a la costa central del estado de California pero a una gran profundidad, cerca de los mil 640 metros.
Entre la comunidad científica y en especial, entre los amantes de los tiburones, hay todo un debate sobre la presencia de este ejemplar en la zona.
Lo anterior porque generalmente a los llamados tiburón fantasma se les ubica en aguas profundas del Pacífico sur, concretamente en las cercanías de Australia, Nueva Zelanda y Nueva Caledonia. Recientemente también fue avistado en las cercanías de las costas de Hawái, confirmó Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey, en Estados Unidos.
¿HAY MÁS SUBESPECIES DE ESTE ESCUALO?
Algo que ha inquietado más a los estudiosos, es que en el vídeo del ejemplar en las costas frente a Estados Unidos se aprecian algunas diferencias.
Ello ha despertado la idea de que posiblemente se trata de una nueva especie o subespecie de escualos por lo que el debate apenas empieza la comunidad científica.
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Con base a ello, los investigadores explican que en el vídeo grabado por el vehículo sumergible no se permite identificar la especie de forma incontestable y que sería necesario capturar un ejemplar para tomar una muestra de ADN de su tejido y finalmente devolverlo a su hábitat.