El impacto de la serie El Juego del Calamar no solo se ve reflejado en la cultura popular, sino también dentro los ámbitos sociales. En Corea del Sur miles de trabajadores salieron a la calle vestidos como los guardias de la popular serie para expresar que son explotados, igual que como se ve en la historia presentada en Netflix.
EXIGEN AUMENTO AL SALARIO MÍNIMO
Decenas de miles de sindicalistas salieron a la calle en toda Corea del Sur el pasado miércoles 20 de octubre para exigir mejores condiciones laborales para los trabajadores irregulares, así como un aumento del salario mínimo y la nacionalización de sectores clave para la economía del país asiático.
Solo en Seúl se reunieron 27 mil personas para protestar, lo que llevó a las autoridades locales a desplegar unos 12 mil agentes para establecer “muros de autobuses” y vallas para el control de la multitud, concretamente en la plaza Gwanghwamun, donde tuvieron lugar la mayoría de las concentraciones.
Fue durante estas manifestaciones que personas fueron registradas portando el uniforme rosa de los guardias de El Juego del Calamar, así como las muy distintivas máscaras negras con un triángulo, círculo o cuadrado dibujado en la parte frontal.
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EL JUEGO DEL CALAMAR: REFLEJO DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA EN COREA
La serie, en la que un grupo de personas llenas de deudas y en la ruina son invitados a participar en una serie de juegos donde pueden llegar a ganar una fuerte suma de dinero, tuvo una amplia repercusión en Corea del Sur debido a los problemas económicos por los que pasa su población.
Según se ha expuesto en estas manifestaciones, los trabajadores surcoreanos laboran cerca de 44 horas por semana en promedio, más que el número de horas de trabajo semanales promedio, que son 32, por lo que decidieron salir y declararse en huelga vestidos como en la producción de El Juego del Calamar.