Paleontólogos hacen un hallazgo, descubren un calamar vampiro ancestral, además, tuvieron la idea de nombrarlo en honor a Biden.
No es ni un calamar ni un parásito, un descubrimiento en Montana 330 millones de años después y donado al ROM, mismo que da una nueva visión sobre el grupo de moluscos, pulpos, calamares, sepias y nautilus.
Ha sido llamado el animal fósil como “Syllipsimopodi bideni”, el vampyropoda conocido más antiguo, esta ahora a los pulpos y calamares vampiro.
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UN HALLAZGO EN COORDINACIÓN
De acuerdo con un comunicado publicado por el Museo Americano de Historia Natural (AMNH, por sus siglas en inglés), concluye en conjunto con la Universidad de Yale que los primeros ancestros de la familia de animales tenían no ocho, sino diez brazos.
Este se ha convertido en el primero y único vampiromórfido que contiene esa cantidad de extremidades en funcionamiento, así lo informó Christopher Whalen, investigador del departamento de Ciencias Terrestres y Planetarias de la Universidad Yale.
Asimismo, este descubrimiento ha llevado a aumentar la edad del grupo a casi 82 millones de años, de acuerdo con el grupo de científicos. Ya que, basándose en la edad, las características y la posición filogenética, se ha propuesto un nuevo modelo de evolución de los coleoideos.
Este cefalópodo desarrolló ventosas que le ayudan a sus tentáculos a capturar las mejores presas, de acuerdo con la publicación de la revista “Nature Communicarions”, un estudio que se basó en un fósil de vampirópodo, el cual está excepcionalmente bien conservado de la colecciones del Museo Real de Ontario (ROM).
LLEVA POR NOMBRE EN HOMENAJE A BIDEN
“Syllipsimopodi bideni”: su nombre procede de las palabras griegas 'syllípsimos', las cuales significa prencil, y 'pódi', que significa pie, mientras que la segunda parte fue en homenaje al 46º presidente de Estados Unidos, Joseph R. Biden.
El presidente acababa de se investido cuando se presentó este estudio para su publicación, “me animaron los planes que el presidente Biden presentó para contrarrestar el cambio climático antropogénico y su sentimiento general de que los políticos deberían escuchar a los científicos”, explicó Christopher Whalen.
