Nuestra galaxia, la Vía Láctea, no deja de sorprendernos y a la par, seguir conservando sus misterios, ahora nos deja ver que no es como pensábamos y nos obliga a replantear el pensamiento que teníamos sobre ella.
Objeto de estudio desde hace siglos y pesar de los avances tecnológicos, apenas tenemos un conocimiento mínimo sobre nuestra constelación de la asumimos, está integrada por millones de estrellas o sistemas planetarios.
NUEVOS ESTUDIOS SOBRE EL UNIVERSO
La astrónoma Dorota Skowron, de la Universidad de Varsovia, señaló que se han hecho nuevos estudios sobre nuestra galaxia, el cual hasta ahora ha dado una nueva información y visión sobre la forma de esta, lo que causado asombro y contraviene la idea original que se tenía de la misma.
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Con base a la información disponible, se indica que existe ya un nuevo mapa tridimensional creado por la Universidad de Varsovia, el cual está siendo compartido con otras universidades para ser analizado.
NO ES EL PRIMER ESTUDIO SOBRE LA VÍA LÁCTEA
Antes, otro mapa en 3D de la Vía Láctea fue elaborado por astrónomos de la Academia de Ciencias de China y la Universidad Macquairie en Australia, dieron con similares conclusiones lo que motivó análisis más profundos.
LO QUE SE DESCUBRIO
De acuerdo con la astrónoma Skowron, el nuevo mapa galáctico tridimensional creado por la Universidad de Varsovia muestra que la Vía Láctea está "deformada y retorcida" y que no es plana, como se pensaba anteriormente.
En ese sentido el análisis indica que las estrellas más brillantes de la galaxia muestran que no se encuentran en un plano, como tradicionalmente se mostraba en textos académicos y libros populares de ciencia y que la Vía Láctea no obedece a geometrías y que su estructura es más compleja de lo que imaginábamos, pero otros estudios de alguna manera dejaban entrever.
Skowron y sus colegas midieron las distancias de algunas de las estrellas más brillantes de la Vía Láctea, llamadas estrellas variables Cefeidas. Estas son estrellas jóvenes masivas que son cientos, si no miles, de veces más brillantes que nuestro propio Sol. Pueden ser tan brillantes que es posible observarlas en el borde de la galaxia.