La ofensiva militar de Rusia contra Ucrania ha generado un descontento global contra la nación gobernada por Vladimir Putin. La creciente animadversión contra lo ruso se ha expresado hacia la cultura y el deporte y se ha llevado hasta terrenos insospechados, como el de los animalitos.
NI GATOS NI DUEÑOS RUSOS
Y es que los gatitos rusos han quedado impedidos a participar en cualquier competencia felina, de acuerdo a lo dispuesto por la Federación Internacional Felina (FIFe).
En un comunicado publicado en su sitio web, la FIFe expresó que cualquier “michi” criado en Rusia no puede ser importado ni registrado en su libro de pedigrí fuera del país.
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En adición a que "ningún gato perteneciente a expositores que vivan en Rusia puede ser inscrito en ninguna exposición de la FIFe fuera de Rusia”. Indicaron que las restricciones serán válidas hasta el 31 de mayo
"El comité ejecutivo de la FIFe está consternado y horrorizado por el hecho de que el ejército de la Federación Rusa haya invadido la República de Ucrania y haya iniciado una guerra", se lee en el mensaje.
Y añade: “La Junta Directiva de la FIFe considera que no puede limitarse a presenciar estas atrocidades y no hacer nada”.
¿QUÉ ES LA FIFE?
Según información de su portal, la organización se describe a sí misma como “las Naciones Unidas de las Federaciones Felinas”, y representa a más de 100,000 miembros.
Además que organiza más de 700 exposiciones al año en las que se exhiben más de 200,000 gatos, y tiene su sede oficial en Luxemburgo.
"El nombre de la FIFe es sinónimo de calidad y unidad. Representa los intereses de los gatos a nivel mundial", afirman.
¿SE TRATA DE LA RUSOFOBIA?
Dentro del contexto de conflicto internacional, la FIFA, la UEFA y la Unión Internacional de Patinaje prohibieron a los atletas y equipos rusos participar en todos los eventos deportivos.
A esto le siguió la decisión del Comité Paralímpico Internacional de impedir a los atletas rusos y bielorrusos competir en los próximos Juegos Paralímpicos de Invierno.
La Universidad Bicocca de Milán, en Italia, había declarado que cancelaría un curso sobre el escritor ruso Fedor Dostoievski.
Sin embargo, al producirse una ola de quejas y burlas en las redes sociales, la institución académica señaló que reintegraría las clases dedicadas al autor de “Crimen y castigo” y argumentó que todo se trató de un malentendido.
