Como lo haría cualquier Vengador, ni en el momento más difícil se rindió. Evan se despertó muy contento para ir a la escuela ya que se celebraría la fiesta de Halloween y para este año se había caracterizado de un personaje que admira muchísimo: Tony Stark, el hombre detrás de la armadura de Iron Man. No obstante, las cosas no salieron como él esperaba.
“Espero que la escuela esté lista para recibir a este hombre que solo responde cuando le dicen Tony o Señor Stark”, compartió Jill, la madre de Evan, en su Facebook. Y añadió que el niño estaba tan comprometido con el personaje que incluso pidió que lo llevaran en un Mercedes. “Pero por hoy, Tony tendrá que ser un usuario más del autobús escolar”.
Sin embargo, no había pasado ni una hora desde que el pequeño de 10 años salió, cuando Jill recibió una llamada de la escuela, diciendo que su hijo estaba llorando después de que otros chicos se burlaran de su disfraz.
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Le dijeron que "parecía estúpido" y que Evan corrió al baño a lavarse la barba de maquillaje que se había pintado en el rostro.
Evan le dijo a Jill que no quería quedarse en la fiesta, así que ella fue a recogerlo a la escuela. Jill compartió fotos donde se ve a Evan triste y molesto después de ser acosado, “los dos tenemos los ojos hinchados de tanto llorar y vamos de camino a comprar un helado”, escribió en Facebook. "Los niños tienen que entender que las palabras duelen”.
COMO EL VERDADERO TONY STARK, TUVO SU PASEO EN UN MERCEDES
Jill llevó a Evan a un café, donde hablaron de cómo se sentía el pequeño. En otra publicación de Facebook compartió que, finalmente, Evan decidió que no quería perderse la fiesta, así que rehicieron su maquillaje y consiguió ese paseo en el Mercedes después de todo.
Tras esta historia ocurrida en Missouri, Jill ha comentado que está muy sorprendida de los amables mensajes que Evan ha recibido en las redes. “Él está feliz de que su historia se utilice para que la gente hable del acoso escolar. Estoy muy orgullosa de él. También nos hemos dado cuenta de que hay mucha más gente buena que mala”.