Si eres dueño de un perro, posiblemente tengas un amigo o un vecino al que tu lomito siempre le ladra y gruñe sin alguna aparente razón. Sin embargo, la ciencia ha encontrado una posible respuesta a este comportamiento, y es que los perritos cuentan con una sensibilidad que los hace percibir a personas que quizá no quieres tener a tu alrededor.
A LOS PERRITOS NO LES CAE BIEN LA GENTE MALA
De acuerdo a un artículo publicado en Neuroscience & Biobehavioral Reviews, los perros son totalmente capaces de detectar cuando un humano está siendo mala persona con otro.
El estudio realizado por la Universidad de Osaka, en Japón, también demostró que los perros utilizan esta información para influir en su forma de interactuar con sus dueños, es decir, tu perro puede percatarse cuando no estás siendo muy amable con otras personas, y eso influye en cómo te ven.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
SIMULABAN UNA ESCENA DE AYUDA
El grupo de científicos llegó a esta conclusión tras realizar una serie de pruebas, en ellas pidieron a los propietarios que representaran un escenario mientras sus peludos los observaban. Los dueños fingían que intentaban abrir un recipiente, no lo conseguían por lo que pedían ayuda a dos investigadores.
Cada vez que realizaban esta acción, uno de los investigadores permanecía sin intervenir, mientras que el otro ayudaba al dueño del perro a abrir el recipiente, o se negaba rotundamente a hacerlo. Después de representar el escenario, los investigadores ofrecían un snack al lomito.
TU PERRITO TE OBSERVA
Sin embargo, en la situación en la que uno de los investigadores se negaba intencionalmente a ayudar a abrir el recipiente, los perros eran significativamente más propensos a ignorar el snack que se le regalaba. Lo que significa que no les gustaba o no confiaban en el científico que había sido mala gente con su dueño.
Los científicos confirmaron que los perros son capaces de juzgar el comportamiento poco agradable de los humanos, y los rechazarán si es evidente que son personas terribles. Así que revisa bien cómo te portas frente a tu lomito, porque tu amigo de cuatro patas te está juzgando en silencio.
