La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) órgano de la Secretaría de Energía (Sever) informa a los consumidores sobre la energía que se utiliza en los hogares de México, especialmente sobre las llamas de las estufas de gas Lp.
¿Cómo se realiza el proceso de combustión del gas LP en las estufas?
De acuerdo con el organismo descentralizado, la flama debe de ser de color azul, ya que eso significa que la combustión en las hornillas se realiza con la cantidad adecuada de aire, pues debido a que este elemento necesita de oxígeno para brindar energía a la combustión de la estufa.
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Para que se efectúe el proceso de combustión es necesario tres elementos; el combustible que en las estufas es el gas licuado de petróleo (LP); el comburente que está formado por el oxígeno presente en el aire y la energía, la cual procede de una chispa, calor u otra flama que desátele fuego.
El monóxido de carbono presente en el gas LP
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención, explicó que el monóxido de carbono es gas altamente peligroso, porque es una sustancia tóxica, especialmente, es no detectable a través de los sentidos, pues carece de olor, sabor, color y no irrita los ojos o la nariz.
El monóxido de carbono es un subproducto que resulta de la combustión incompleta de productos como gas LP, “todo artefacto usado para quemar algún combustible puede producirlo si no está asegurada la llegada de oxígeno suficiente al quemador.
Tales como los calentadores de agua o calefones, las estufas u hornillas de la cocina, hornos que queman gas o queroseno, hornos de leña, chimeneas, braseros y los vehículos con el motor encendido también lo emiten”.
Existen algunas señales que pueden ser indicadores de la presencia de monóxido de carbono en el ambiente, “como son llama de color amarilla o naranja, en lugar de la azul normal en las hornillas de la estufa, brasero, horno, etcétera, esto se debe al carbono libre en estado de incandescencia”.
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Otra señal es la aparición de manchas, suciedad o decoloración de los artefactos, sus conductos de salida de gases o alrededor de ellos. Si los colores de la llama de la estufa son diferentes, por ejemplo amarillo o naranja, esto no es buena señal.