¿Sabías que Tampico fue hogar de indios bravos? Así lo demuestran dos mapas de 1776 y 1779, respectivamente, los cuales señalan la ciudad porteña, primero como Villa y después como Jurisdicción. En el mapa de 1776, el territorio es un “poblado de indios bárbaros”. En la cartografía de 1779, la región se ha convertido en una “misión de indios bravos”.
Historia de la colonización y el virreinato
Acorde al Museo Nacional del Virreinato, la colonización española de América inició el 12 de octubre de 1492, momento en que Cristóbal Colón desembarca en la isla de San Salvador. Su llegada es fruto de la equivocación, los viajes de Colón, patrocinados por la reina Isabel I de Castilla, tenían como destino original el continente asiático.
En 1518, Hernán Cortés arriba a Cozumel y prosigue su viaje al actual estado de Veracruz. Desde ese momento, comienza la etapa denominada “Conquista de México”. Los españoles, en asociación con los tlaxcaltecas, totonacas y demás grupos indígenas, atacan a los aztecas, el grupo dominante de la época.
Una vez derrotado el imperio azteca, la corona española desconoce las promesas hechas a sus aliados. Tomando control del territorio y, en un acto simbólico de poder, queman la Gran Tenochtitlán, gesto que indica su supremacía.
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A partir de 1521, el actual territorio de México pasa a llamarse “Nueva España” y se establece, partir de 1535, un sistema político de Virreinato, en donde un representante de la corona española, gobernaba la región.
¿Quiénes eran los indios bravos?
Durante el periodo del Virreinato, el término “indio” era designado para nombrar a las personas oriundas de América, cuya tierra había sido conquistada por la corona española por medio de la fuerza.
Los grupos indígenas fueron agrupados bajo el apelativo de “indios” y fueron sometidos a trabajos forzados. En declaraciones para la BCC, el profesor de la UNAM, Federico Navarrete, sostiene: “Los españoles conquistadores no venían a trabajar, venían a que los indios y los negros trabajaran para ellos".
Las declaraciones de Navarrete ilustran la ventaja de la población española por encima de los otros habitantes del continente, los cuales se dividían en distintas castas: criollos, mestizos, castizos, mulatos, moriscos, chinos, salta atrás, lobos, cribaros, etc.
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La corona española, además de establecer su poderío económico y político en la zona, buscaba transformar los paradigmas mentales de la población desde la raíz, alegando un proceso de "civilización". Para ello, era necesario cambiar el sistema lingüístico y religioso imperante, despreciando las lenguas nativas y el conjunto de dioses de los indígenas.
Aquellas personas que no se sometieron ante el régimen de dominio español, buscando mantener su independencia, sus tierras y sus creencias, a pesar del contexto histórico adverso, fueron denominados “bravos” o “bárbaros”.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define la palabra “bravo” como “valiente”, pero también como un adjetivo de “áspero, inculto, fragoso, enojado, enfadado y violento”. Por su parte, el vocablo “bárbaro” indica “fiero, cruel, inculto, grosero y tosco”, aunque aplica igualmente para “grande y extraordinario”.
¿Dónde se encontraban localizados “los indios bravos” en Tampico?
El mapa de título “Plano Geográfico y Corográfico que comprende parte de la Costa del Norte del Seno Mexicano…”, fechado a 1776, preservado por la Biblioteca Digital de la Real Academia de la Historia, sitúa a la Villa de Tampico como parte de “Tamaulipas Oriental”. La zona tiene la advertencia de ser un “poblado de indios bárbaros”.
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El material cartográfico nombrado “Plano que manifiesta la Colonia del Nuevo Santander…”, guardado por el Portal de Archivos Españoles del Ministerio de Cultura y Deporte, con data de 1779, hace mención que en la Jurisdicción de Tampico, se encuentran misiones franciscanas y dominicas, además de ser refugio de “indios bravos”.
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¿Sabías que Tampico fue hogar de indios bravos? No se conoce con exactitud dónde vivían, pero los materiales históricos indican que existieron y habitaron en el territorio, en obvio desacato a los colonizadores.
