Ahogarse es un accidente provocado por la irrupción brutal de agua en los pulmones que bloquea la llegada del aire. Cualquier persona, principalmente los niños, puede ser víctima.
Caídas a una piscina, agotamiento mientras se nada, alejamiento de la orilla por corrientes o vientos, e incluso ahogos en la bañera son algunos de los más frecuentes.
Otras causas menos frecuentes son bañarse luego de una comida abundante o sumergirse en agua fría después de haber estado largo rato al sol, un cambio brusco en el organismo que puede provocar un paro cardíaco.
Qué debe hacer:
Intente sacar a la víctima del agua sin exponerse al peligro y busque ayuda de otras personas. Lanzarse al agua imprudentemente para auxiliar a la víctima puede ser peor para ambos, especialmente si no sabe nadar bien.
Si la víctima se encuentra cerca, hace un poco de pie en el fondo y sabe nadar, tiéndale la mano o estimúlelo para que se acerque a usted.
Si la persona está lejos, láncele un salvavidas o un objeto al que pueda aferrarse, como una soga o una tabla.
Una vez que la víctima está fuera del agua, llame a un servicio de primeros auxilios, como ambulancia o bomberos.
Verifique si la víctima se encuentra consciente. Si está respirando, póngala de costado, para que no se ahogue en caso de vómitos.
Si su estado es de paro cardiorrespiratorio, practique inmediatamente maniobras de reanimación: acueste a la víctima de espalda sobre una superficie plana y hágale respiración boca a boca, alternándola con un masaje cardíaco.
Para la respiración boca a boca, apriete la nariz del accidentado con el índice y el pulgar de una mano. Con su otra mano, ábrale la boca y eleve su mentón. Sople dentro de su boca hasta que su pecho se eleve. Alternativamente debe hacerse un masaje al corazón.
Para el masaje cardíaco, ponga dos dedos de una de sus manos sobre la parte inferior del esternón (el punto donde se encuentran las costillas) y apoye juntas ambas palmas de sus manos, manteniendo los brazos rectos, inmediatamente debajo de ese punto. Repita quince veces. No se detenga hasta que la persona recobre la conciencia y llegue el auxilio pedido, a un ritmo de dos insufladas por cada quince masajes cardíacos.
Qué debe evitar:
Nunca deje solo ni sin vigilancia a un niño cerca de un lugar acuático: piscina, bañera, mar u otra fuente con agua.
Evite bañarse después de haber ingerido alcohol o una comida abundante.
No entre al agua bruscamente, sobre todo si está fría, después de haber estado mucho rato al sol o si tiene mucho calor.