Cuando pensamos en la depresión, es usual imaginarnos a personas adultas atormentadas por diversos problemas. Sin embargo, la enfermedad también se presenta en adolescentes e incluso en niños.
El 13 de enero es el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión. Acorde a las cifras presentadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos el 5% de la población adulta, a nivel global, padece este trastorno mental.
Es un problema de salud caracterizado por un cuadro generalizado de tristeza, irritabilidad, pérdida de interés y falta de emoción. Los síntomas incluyen falta de vitalidad, dificultad de concentración, cambio de hábitos alimenticios, alteraciones del sueño, sentimiento de impotencia y pensamientos de muerte.
También les sucede a los niños
La Facultad de Psicología de la UNAM estima que dos de cada 10 niños y jóvenes en la Ciudad de México presentan síntomas de depresión. Su conducta se vuelve irritable, dejan de prestar atención a su entorno, se aburren con facilidad, tienen baja autoestima y se aíslan de los demás.
En Tamaulipas el fenómeno tuvo un aumento con la pandemia y posteriormente con el regreso a las clases presenciales.
El secretario general de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, Víctor Octavio López Amaro, informó sobre las cifras de ingreso hospitalario derivadas de problemas emocionales, entre ellos la depresión. Previo al regreso a clases, se atiende un promedio de 50 pacientes a la semana por sintomatología de enfermedades mentales.
➡️ También te puede interesar: Aumentan casos de depresión en diciembre: irritabilidad y apatía son solo algunos síntomas
“El retorno a las aulas nos ha traído algunos problemas de salud mental, los cuales se ven reflejados en el desarrollo emocional y académico de los estudiantes de nivel básico, así como en el desenvolvimiento de los padres ante los mismos”, comentó.
“Es un nuevo reto que enfrentan tanto los estudiantes, como los padres de familia, quienes llegan a presentar incluso cuadros graves de ansiedad y de depresión. Los cuales deben tratarse a tiempo, antes de poner en riesgo su vida”, se pronunció al respecto.
Causas, síntomas y consecuencias
La depresión provoca un estado emocional de desolación, definida por la Real Academia Española (RAE) como una “sensación de hundimiento o vacío provocado por una angustia, dolor o tristeza grandes”.
Acorde a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos (NIMH), la enfermedad tiene múltiples causas, en su aparición intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales. Afecta la calidad de vida tanto a nivel personal, como familiar, social, laboral, profesional y financiera.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
El trastorno puede desencadenarse como consecuencia de una predisposición genética, un cambio en los niveles hormonales o alteraciones en los neurotransmisores del cerebro como la serotonina, dopamina y noradrenalina. Así lo señala la psicoterapeuta Guillermina Cruz Pérez en su artículo “De la tristeza a la depresión” para Revistas UNAM.
Tener una baja autoestima, afrontar un escenario de incertidumbre financiera o pasar por un período de luto también puede ocasionar un cuadro depresivo. De igual manera, los eventos traumáticos de alto grado de estrés físico y emocional suelen propiciar la enfermedad.
➡️ Te recomendamos: Conoce la diferencia entre tristeza y depresión, el arte es un aliado inesperado
Dependiendo de su grado de intensidad y periodicidad, el trastorno se divide en tres categorías: leve, moderado o grave. Conforme la depresión avanza, aumenta la presencia de pensamientos suicidas.
¿Cuál es la solución al problema?
El trastorno médico de la depresión requiere apoyo profesional. El sector de la salud también recomienda con énfasis el acompañamiento psicológico, una red de apoyo, actividad física y salir a tomar el aire libre. Algunos especialistas sugieren la adopción de mascotas, la expresión artística y el trabajo voluntario.
La depresión es una enfermedad mental con serias repercusiones para la salud física y emocional de quien la padece. Afecta al público en general, sin hacer distinción de ningún tipo. No discrimina por concepto de edad, la pueden padecer tanto adultos como niños.
