¿Qué es?
El término prurito se usa para designar brotes de lesiones que provocan deseos de rascarse. Las causas de la aparición del prúrigo -grupo de afecciones que se caracterizan por producir prurito- pueden ser múltiples, desde la picadura de insectos (chinches, pulgas) o alergia a vegetales hasta la reacción causada por una infección.
¿Cómo se reconoce?
Es una pequeña lesión en la piel o pápula, de forma cónica, rodeada o no de una aureola roja, con una ampollita que pronto se convierte en costra. Su duración es de una a ocho semanas, período después del cual desaparece.
¿Qué tipos hay?
- Por picaduras
Los alérgenos presentes en la saliva del insecto inducen una sensibilización con formación de anticuerpos específicos. El tipo e intensidad de la reacción dependerá de si el paciente ya ha estado expuesto al insecto y de la capacidad del huésped a responder al estímulo antigénico.
Afecta principalmente a los niños y aparece en las partes expuestas del cuerpo, desapareciendo a las pocas horas. Si el niño se rasca mucho, la lesión puede sobreinfectarse y dejar pequeñas cicatrices. Se recomienda desinfectar y calmar la picazón con una crema específica o un aceite esencial. Puede desinfectarse el entorno e, incluso, a los animales domésticos. Si el prurito es muy fuerte puede administrarse un antihistamínico.
- Prúrigo agudo
Afecta a adultos y puede ser causado por preocupaciones de orden psicológico (estrés), alteraciones cutáneas, hormonales o infecciosas. Se caracteriza por un botoncito rojo seguido de uno o varios botones según la duración e intensidad del prurito. Se presenta en la parte alta de la espalda, la cabeza (rostro y cuero cabelludo), el cuello y, a veces, las nalgas. Se recomienda desinfectar y aplicar una crema, a veces con contenido de corticoide.
- Prúrigo crónico
Se parece al prúrigo subagudo. Se caracteriza por presentar recaídas y puede durar varios años. Sus causas suelen ser mal determinadas. Afecta principalmente a mujeres de 40 años y más. Se recomienda tratarlo igual que el prúrigo agudo.
- Prúrigo nodular
De origen desconocido y evolución crónica, se localiza sobre todo en las regiones extensoras de los miembros superiores e inferiores, más raramente en el tronco y nunca en la cara. Afecta principalmente a personas en la edad media de la vida y 9 de cada 10 pacientes son mujeres. Las lesiones tienden a ser simétricas y provocan un intenso picor, descrito a veces como desesperante.