Leves fluctuaciones de peso en la balanza no son motivo para asustarse. Normalmente, el peso siempre oscila entre uno a dos kilos, en torno al valor de referencia propio de nuestro organismo. Pero si la pérdida involuntaria de peso llega a los 5 a 6 kilos en seis meses, es indispensable una consulta médica. El cambio puede estar ocultando una disfunción psicológica o una causa orgánica de origen benigno o maligno, que debe ser tratada inmediatamente.
En la adolescencia
Una mala percepción del propio cuerpo es la primera causa de adelgazamiento durante la adolescencia. Para parecerse a algunas modelos, las jovencitas acostumbran someterse a regímenes a menudo desequilibrados y que provocan carencias alimenticias.
La depresión es la segunda causa de pérdida de peso en esa etapa de la vida. Suele ir acompañada de tristeza y falta de motivación. La persona no se interesa en nada, no hace proyectos y deja de tener relaciones sociales.
La anorexia menos frecuente pero más preocupante, afecta principalmente a adolescentes que rehúsan alimentarse. En la bulimia, un trastorno asociado, se esfuerzan por vomitar. En esos casos, la pérdida de peso suele asociarse a una interrupción de la menstruación.
Dejando de lado las causas psicológicas, el adelgazamiento puede ser resultado de una diabetes tipo 1 (insulino-dependiente), que se declara generalmente antes de los 25 años.
En la edad adulta
En las mujeres, el adelgazamiento involuntario generalmente se debe a errores en la dieta alimenticia, que les hace suprimir grasas esenciales y reducir la ración de proteínas. Una depresión nerviosa ocupa el segundo lugar para explicar la pérdida de peso.
Entre las causas orgánicas de la pérdida de peso, el hipertiroidismo es más frecuente en la mujer. Va acompañada de mayor nerviosismo, olas de calor y un cansancio mayor ante el esfuerzo.
En los hombres, la pérdida de peso hace pensar en una patología maligna, como cáncer al pulmón. Una rápida consulta al médico mejora el pronóstico. El adelgazamiento también puede deberse a una depresión o al exceso de alcohol, que provoca una insuficiencia hepática.
En la edad avanzada
Entre los mayores de 60 a 75 años, la pérdida de peso involuntaria es más bien de origen orgánico. Patologías como cáncer pulmonar o pancreático provocan un adelgazamiento rápido. También hay que considerar insuficiencias cardíacas, respiratorias o renales, que implican un sobreconsumo de proteínas y, por lo tanto, pérdida de peso. Entre los mayores de 75, puede ser el resultado de trastornos psicoafectivos, con frecuencia por aislamiento o por un problema de desnutrición.