/ viernes 3 de septiembre de 2021

Cazahuracanes atraviesa Ida y logra imágenes sorprendentes

La manera en la operan estos aviones no deja de impactar, puesto que sus tripulantes requieren mucha disciplina y valor

Viajar en avión no siempre representar un paseo por las nubes, sobre todo si se está a bordo de una aeronave cazahuracanes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, asignada al escuadrón de reconocimiento atmosférico.

Generalmente se trata de un WC-130J Hércules y a veces es sustituido por otro tipo de aeronave, pero siempre de hélice para asegurar su operatividad bajo condiciones extremas a las que se enfrentará.

Recientemente uno de ellos atravesó el huracán Ida en el golfo de México, mismo que recorrió el mar Caribe para posteriormente impactar las costas de Luisiana, Estados Unidos como categoría cuatro.

VUELOS DE RECONOCIMIENTO

Estas enormes unidades realizan vuelos específicos, están equipados con tecnología para el monitoreo atmosférico y entran en acción cuando satelitalmente se detectan bandas nubosas que pueden detener desarrollo ciclónico y afectar a las costas de México y Estados Unidos.

El 53° Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos está en actividad desde 1944 y su misión es volar al interior de tormentas tropicales y huracanes para alertar a la población con anticipación y evitar, en la medida de lo posible, víctimas mortales.

Quienes integran la tripulación de un avión cazahuracanes, que es conformado por cinco personas, tienen tareas específicas. El equipo está integrado por cinco personas: piloto, copiloto, navegante, personal de reconocimiento aéreo y el oficial meteorológico.

EL VUELO

La aeronave va al encuentro de la tormenta donde esté, tanto en el océano Atlántico, mar Caribe, golfo de México o en el Pacífico mexicano, la tarea es conocer su estructura para determinar la fuerza de sus vientos.

El vuelo se realiza a menos de mil pies de altura, la tormenta se recorre en forma de cruz al interior de la misma y a favor del viento, esto para llevar a cabo la toma de datos como vientos, presión barométrica entre otros.

Los tripulantes tienen la experiencia de vivir el efecto “estadio” cuando se está en el ojo de la tormenta y en donde no se registra precipitación, ni lluvias.

POR QUÉ LAS HÉLICES

En estos tiempos de avance tecnológico y en donde más del 80% de los aviones operan con motores de turbina, los aviones cazahuracanes operan en motores de hélice, esto debido a que desgarran cortes en el aire, sobre todo en el caso de que las turbinas se vean “ahogadas” por el exceso de viento y agua.

Viajar en avión no siempre representar un paseo por las nubes, sobre todo si se está a bordo de una aeronave cazahuracanes de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, asignada al escuadrón de reconocimiento atmosférico.

Generalmente se trata de un WC-130J Hércules y a veces es sustituido por otro tipo de aeronave, pero siempre de hélice para asegurar su operatividad bajo condiciones extremas a las que se enfrentará.

Recientemente uno de ellos atravesó el huracán Ida en el golfo de México, mismo que recorrió el mar Caribe para posteriormente impactar las costas de Luisiana, Estados Unidos como categoría cuatro.

VUELOS DE RECONOCIMIENTO

Estas enormes unidades realizan vuelos específicos, están equipados con tecnología para el monitoreo atmosférico y entran en acción cuando satelitalmente se detectan bandas nubosas que pueden detener desarrollo ciclónico y afectar a las costas de México y Estados Unidos.

El 53° Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos está en actividad desde 1944 y su misión es volar al interior de tormentas tropicales y huracanes para alertar a la población con anticipación y evitar, en la medida de lo posible, víctimas mortales.

Quienes integran la tripulación de un avión cazahuracanes, que es conformado por cinco personas, tienen tareas específicas. El equipo está integrado por cinco personas: piloto, copiloto, navegante, personal de reconocimiento aéreo y el oficial meteorológico.

EL VUELO

La aeronave va al encuentro de la tormenta donde esté, tanto en el océano Atlántico, mar Caribe, golfo de México o en el Pacífico mexicano, la tarea es conocer su estructura para determinar la fuerza de sus vientos.

El vuelo se realiza a menos de mil pies de altura, la tormenta se recorre en forma de cruz al interior de la misma y a favor del viento, esto para llevar a cabo la toma de datos como vientos, presión barométrica entre otros.

Los tripulantes tienen la experiencia de vivir el efecto “estadio” cuando se está en el ojo de la tormenta y en donde no se registra precipitación, ni lluvias.

POR QUÉ LAS HÉLICES

En estos tiempos de avance tecnológico y en donde más del 80% de los aviones operan con motores de turbina, los aviones cazahuracanes operan en motores de hélice, esto debido a que desgarran cortes en el aire, sobre todo en el caso de que las turbinas se vean “ahogadas” por el exceso de viento y agua.

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