/ miércoles 7 de febrero de 2018

Este viernes Alejandra Guzmán celebrará 50 años

La cantante arriba a los 50 años de vida, estrenando rostro entre críticas y nuevos éxitos en su carrera

Irreverente, rebelde, alegre, inquieta, desinhibida, alocada, dicharachera, desparpajada y eternamente metida en la polémica, hoy, estrenando rostro –dicen sus detractores que se pasó de bótox—Alejandra Guzmán cumple 50 años de edad, en el marco de una vida placentera y una carrera profesional de triunfos más uno que otro escandalillo, que comenzó hace tres décadas.

El Sol de México fue testigo de su lanzamiento en 1988, año en el que publicó su primer disco, Bye mamá, y vaticinó grandes cosas para ella. Aquella noche, a invitación de la publirrelacionista Silvia Cantarel, su primera representante artística, asistimos a su presentación en un hotel del Paseo de la Reforma compartiendo mesa de pista con una orgullosa Silvia Pinal y Paty Chapoy. 

El espectáculo fue fascinante. Una jovencita bella, bella, llena de gracia, de energía, ritmo, de sensualidad y creatividad a todas luces se movía en el escenario seduciendo a los espectadores. Así, pintó desde la primera vez para gran estrella y no por el respaldo que le garantizaba el nombre de sus padres, sino por su talento natural, preparación y méritos propios. Los invitados abandonaron el lugar gratamente complacidos colmando de elogios a la juvenil promesa. “Hija de tigre y de tigresa”, comentaban algunos, aludiendo al dicho popular y no podía ser de otra manera.

El destino estaba escrito, sin embargo. Alejandra Gabriela Guzmán Pinal nació envuelta en cobertores de actuación y música por parte de madre y padre: ella, Silvia Pinal Hidalgo, toda una primera actriz, y él, Enrique Alejandro Guzmán Vargas, un afamado rocanrolero llenos ambos de popularidad y un prestigio dorado ganado a pulso en el espectáculo mexicano.

Hace ya medio siglo el embarazo de Pinal llegaba a su fin el 9 de febrero de 1968, asombrando a un México que preparaba sus Juegos Olímpicos de octubre sin imaginar que a mediados de año lo sacudiría un movimiento estudiantil que culminaría, precisamente, con la masacre de Tlatelolco.

El matrimonio Pinal-Guzmán había dado mucho de qué hablar por la diferencia de edades entre los tórtolos: 12 años que le llevaba ella; pero la unión parecía navegar sobre aguas mansas hasta que, seis años después del nacimiento de la niña, terminó en divorcio. Procrearon otro hijo: Luis Enrique Guzmán Pinal. Alejandra tenía, además, dos medias hermanas por la vía materna: Sylvia Pasquel y Viridiana Alatriste; lamentablemente, esta última falleció en 1982 en un tremendo accidente automovilístico.

EL DEBUT TEMPRANO

Alejandra Guzmán apareció por primera vez en el “showbiz” a los dos meses de edad al estar a cuadro en el divertido programa televisivo de sus padres, titulado Silvia y Enrique que transmitía Televisa. Ya crecidita, cursó ballet, actuación y jazz y posteriormente, a escondidas de su madre que le exigía cursar la prepa, logró instalarse en los coros de la cantante rockera Kenny y el grupo Los Eléctricos.

La suerte estaba echada. Cierto día en una audición la vio el productor español Miguel Blasco, quien le produjo Bye mamá, iniciando de este modo una carrera fulgurante en la música que ya dura 20 álbumes y le ha redituado los motes de La reina del rock, Reina de corazones o simplemente La Guzmán, como la llaman sus fieles admiradores.

SUS CANCIONES

Temas como “La plaga”, “Eternamente bella”, “Llama por favor”, “Cuidado con el corazón”, “Flor de papel”, “Hacer el amor con otro”, “Mala hierba”, “Mírala, míralo”, entre muchos más, la identifican ante el público que la admira y la sigue por su estilo energizante y su potente voz, al tiempo que adquiere sus discos, propiciando con ello la conquista de mercados internacionales y galardones, incluido el Grammy Latino, así como certificaciones de oro y platino por la venta de 600 y 750 mil copias en cuestión de días. Se calcula que hasta la fecha La Guzmán ha vendido unos 15 millones de unidades.

DOS AMORES

La noticia bomba llegó en 1991: La Guzmán estaba embarazada, fruto de su relación con el joven empresario Pablo Moctezuma. De esa unión nació su hija Frida Sofía, el 13 de marzo de 1992; sin embargo, el amor con Pablo fracasó y al poco tiempo llegó la ruptura.

Tuvieron que transcurrir varios años para que volviera a enamorarse. A finales de 2002 conoció al comerciante Gerardo Gómez Borbolla, con quien se casó y se embarazó por segunda ocasión. El episodio derivó en un desgaste emocional para la cantante al ser acusado el marido de presuntos ilícitos, perdiendo finalmente al bebé y sumiéndola en un estado de depresión y alcoholismo que logró superar dos años más tarde con el lanzamiento de Lipstick, un nuevo álbum discográfico en el que cantó en inglés, aunque resultó un fracaso en ventas.

Era La Guzmán materia prima para los medios de información donde quiera que se paraba. Enfrentó con valentía un cáncer de mama y fue a dar reiteradamente al hospital incluso por una operación presumiblemente mal realizada en los glúteos.

Pero era La Guzmán, así de simple, y sus seguidores se volcaban en demostraciones de admiración y cariño. No pocos adultos se prendaron de ella al contemplarla en las páginas de Playboy dejando al descubierto sus tatuajes. Lo mismo haría Frida Sofía años después presumiendo el encanto y la sensualidad heredados de su madre.

Más recientemente Alejandra Gabriela ha conquistado un nuevo éxito grande al actuar con Gloria Trevi, juntas en un concepto en vivo y ahora pasado al disco llamado Versus. Hasta el momento han recorrido diversas plazas de Estados Unidos y nuestro país recibiendo a cambios aplausos encendidos.

En fin, escribir de Alejandra Guzmán exigiría redactar dos libros… por lo menos. El caso es que esta estrella del espectáculo mexicano está cumpliendo 50 años de vida, lo que amerita festejo, celebración, apapacho, aunque su rostro no sea el mismo, pues juran los maledicentes inconformes que La reina de corazones “no envejece con dignidad”.

DISCOGRAFÍA BÁSICA

1988. Bye mamá

1990. Eternamente bella

1991. Flor de papel

1993. Libre

1999. Algo natural (nominado al Grammy Latino)

2001. Soy (gana Grammy Latino)

2004. Lipstick (dos nominaciones al  Grammy Latino)

2006. Indeleble

2011. 20 años de éxitos (en vivo con Moderatto)

2013. Primera fila

2017. Versus world tour

Irreverente, rebelde, alegre, inquieta, desinhibida, alocada, dicharachera, desparpajada y eternamente metida en la polémica, hoy, estrenando rostro –dicen sus detractores que se pasó de bótox—Alejandra Guzmán cumple 50 años de edad, en el marco de una vida placentera y una carrera profesional de triunfos más uno que otro escandalillo, que comenzó hace tres décadas.

El Sol de México fue testigo de su lanzamiento en 1988, año en el que publicó su primer disco, Bye mamá, y vaticinó grandes cosas para ella. Aquella noche, a invitación de la publirrelacionista Silvia Cantarel, su primera representante artística, asistimos a su presentación en un hotel del Paseo de la Reforma compartiendo mesa de pista con una orgullosa Silvia Pinal y Paty Chapoy. 

El espectáculo fue fascinante. Una jovencita bella, bella, llena de gracia, de energía, ritmo, de sensualidad y creatividad a todas luces se movía en el escenario seduciendo a los espectadores. Así, pintó desde la primera vez para gran estrella y no por el respaldo que le garantizaba el nombre de sus padres, sino por su talento natural, preparación y méritos propios. Los invitados abandonaron el lugar gratamente complacidos colmando de elogios a la juvenil promesa. “Hija de tigre y de tigresa”, comentaban algunos, aludiendo al dicho popular y no podía ser de otra manera.

El destino estaba escrito, sin embargo. Alejandra Gabriela Guzmán Pinal nació envuelta en cobertores de actuación y música por parte de madre y padre: ella, Silvia Pinal Hidalgo, toda una primera actriz, y él, Enrique Alejandro Guzmán Vargas, un afamado rocanrolero llenos ambos de popularidad y un prestigio dorado ganado a pulso en el espectáculo mexicano.

Hace ya medio siglo el embarazo de Pinal llegaba a su fin el 9 de febrero de 1968, asombrando a un México que preparaba sus Juegos Olímpicos de octubre sin imaginar que a mediados de año lo sacudiría un movimiento estudiantil que culminaría, precisamente, con la masacre de Tlatelolco.

El matrimonio Pinal-Guzmán había dado mucho de qué hablar por la diferencia de edades entre los tórtolos: 12 años que le llevaba ella; pero la unión parecía navegar sobre aguas mansas hasta que, seis años después del nacimiento de la niña, terminó en divorcio. Procrearon otro hijo: Luis Enrique Guzmán Pinal. Alejandra tenía, además, dos medias hermanas por la vía materna: Sylvia Pasquel y Viridiana Alatriste; lamentablemente, esta última falleció en 1982 en un tremendo accidente automovilístico.

EL DEBUT TEMPRANO

Alejandra Guzmán apareció por primera vez en el “showbiz” a los dos meses de edad al estar a cuadro en el divertido programa televisivo de sus padres, titulado Silvia y Enrique que transmitía Televisa. Ya crecidita, cursó ballet, actuación y jazz y posteriormente, a escondidas de su madre que le exigía cursar la prepa, logró instalarse en los coros de la cantante rockera Kenny y el grupo Los Eléctricos.

La suerte estaba echada. Cierto día en una audición la vio el productor español Miguel Blasco, quien le produjo Bye mamá, iniciando de este modo una carrera fulgurante en la música que ya dura 20 álbumes y le ha redituado los motes de La reina del rock, Reina de corazones o simplemente La Guzmán, como la llaman sus fieles admiradores.

SUS CANCIONES

Temas como “La plaga”, “Eternamente bella”, “Llama por favor”, “Cuidado con el corazón”, “Flor de papel”, “Hacer el amor con otro”, “Mala hierba”, “Mírala, míralo”, entre muchos más, la identifican ante el público que la admira y la sigue por su estilo energizante y su potente voz, al tiempo que adquiere sus discos, propiciando con ello la conquista de mercados internacionales y galardones, incluido el Grammy Latino, así como certificaciones de oro y platino por la venta de 600 y 750 mil copias en cuestión de días. Se calcula que hasta la fecha La Guzmán ha vendido unos 15 millones de unidades.

DOS AMORES

La noticia bomba llegó en 1991: La Guzmán estaba embarazada, fruto de su relación con el joven empresario Pablo Moctezuma. De esa unión nació su hija Frida Sofía, el 13 de marzo de 1992; sin embargo, el amor con Pablo fracasó y al poco tiempo llegó la ruptura.

Tuvieron que transcurrir varios años para que volviera a enamorarse. A finales de 2002 conoció al comerciante Gerardo Gómez Borbolla, con quien se casó y se embarazó por segunda ocasión. El episodio derivó en un desgaste emocional para la cantante al ser acusado el marido de presuntos ilícitos, perdiendo finalmente al bebé y sumiéndola en un estado de depresión y alcoholismo que logró superar dos años más tarde con el lanzamiento de Lipstick, un nuevo álbum discográfico en el que cantó en inglés, aunque resultó un fracaso en ventas.

Era La Guzmán materia prima para los medios de información donde quiera que se paraba. Enfrentó con valentía un cáncer de mama y fue a dar reiteradamente al hospital incluso por una operación presumiblemente mal realizada en los glúteos.

Pero era La Guzmán, así de simple, y sus seguidores se volcaban en demostraciones de admiración y cariño. No pocos adultos se prendaron de ella al contemplarla en las páginas de Playboy dejando al descubierto sus tatuajes. Lo mismo haría Frida Sofía años después presumiendo el encanto y la sensualidad heredados de su madre.

Más recientemente Alejandra Gabriela ha conquistado un nuevo éxito grande al actuar con Gloria Trevi, juntas en un concepto en vivo y ahora pasado al disco llamado Versus. Hasta el momento han recorrido diversas plazas de Estados Unidos y nuestro país recibiendo a cambios aplausos encendidos.

En fin, escribir de Alejandra Guzmán exigiría redactar dos libros… por lo menos. El caso es que esta estrella del espectáculo mexicano está cumpliendo 50 años de vida, lo que amerita festejo, celebración, apapacho, aunque su rostro no sea el mismo, pues juran los maledicentes inconformes que La reina de corazones “no envejece con dignidad”.

DISCOGRAFÍA BÁSICA

1988. Bye mamá

1990. Eternamente bella

1991. Flor de papel

1993. Libre

1999. Algo natural (nominado al Grammy Latino)

2001. Soy (gana Grammy Latino)

2004. Lipstick (dos nominaciones al  Grammy Latino)

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