La historia del hijo predilecto de Matamoros, Rigo Tovar, ha roto fronteras nuevamente pero no entre países sino en lenguaje, debido a que su vida es contada en 80 fichas escritas en Braille que se exhiben en su museo, ahora considerado como el primero incluyente en Tamaulipas.
Personal que está a cargo del museo que se ubica a menos de un kilómetro de su tan cantado río Bravo, informó que expertos en Braille se encargaron de diseñar las fichas.
De acuerdo con el Gobierno de México, el Braille es un alfabeto con el que pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos y la música.
Este consiste en seis puntos en relieve organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Mediante estos seis puntos se obtienen 64 combinaciones diferentes.
La forma de leer el alfabeto Braille es mover la mano de izquierda a derecha pasando por cada línea. En promedio los lectores de Braille pueden leer de 104 a 125 palabras por minuto.
La historia de El Sirenito
Nacido hace 78 años, el 29 de marzo de 1946, Rigoberto Tovar García es considerado como “el padre de la música grupera”, el ídolo de las multitudes y quien junto con su grupo Costa Azul se convirtió en el padre de los bailes masivos.
De acuerdo con los registros de su museo, los inicios de su vida se desarrollan en la popular colonia conocida como Zona Industrial, en una casa localizada en la calle Primero de Mayo.
Creció en medio de carencias, trabajando como albañil para coadyuvar con el sustento familiar y sus hermanos fueron: Héctor, Ilsa, Silvano, Elda, Edelia, Heraclio, Marco Antonio, Everardo y José Ángel.
El cantante padecía de una enfermedad llamada retinitis pigmentosa que paulatinamente fue disminuyendo su vista.
“Yo tengo una enfermedad que se llama retinitis pigmentosa, esa enfermedad es congénita, ya viene de nacimiento, la mamá de una abuelita mía por parte de mi madre estuvo ciega un tiempo”, recordó en una entrevista que se le hizo en 1984 cuando aún podía a ver.
En esta conversación con el cantante César Costa, Rigo explicó que su visión era tan limitada que únicamente apreciaba lo que tenía frente a él.
“Mi visión se ha ido cerrando, mucha gente me hace una seña y si estoy de frente le alcanzó a ver… soy una persona que ha sabido enfrentar las cosas”, afirmó.
En 1995, el artista se retiró de los escenarios puesto que había quedado ciego totalmente, además de que padecía de vitiligo y diabetes.
El primer museo incluyente
El museo que alberga la vida y obra de Rigo abrió sus puertas hace 11 años el 28 de septiembre; aunque al principio tenía pocas piezas en exhibición, actualmente muestra ropa, zapatos, discos y casetes del cantante, algunos autografiados.
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En 2013, por iniciativa conjunta del Gobierno Municipal de Matamoros y el Patronato Rigo Tovar, se creó el espacio cultural en homenaje al intérprete de "Te quiero, te quiero"; antes de la pandemia covid-19 este lugar recibía a 26 mil visitantes por año.
Fue apenas hace dos meses, el 14 de septiembre de 2024, mediante una iniciativa impulsada por el Gobierno de Matamoros, que el lugar en homenaje a Rigo Tovar se convirtió en el primer y único museo incluyente en el estado. A este evento asistieron personas con alguna situación visual quienes confirmaron que las fichas estaban correctamente interpretadas.
La vida del actor y cantante se hizo accesible para aquellas personas con discapacidades visuales y auditivas, esto con trabajos que incluyeron:
- Implementación de textos en sistema Braille
- Videos en lenguaje de señas
- Rampas de acceso para personas con discapacidad
Además, el lugar ofrece visitas guiadas, funciones de cine, conferencias, talleres de lectura y funciones de títeres.
Según la página web de la Red de Museos y Espacios Culturales para la Atención de Personas con Discapacidad (PCD) de la Ciudad de México forman parte de esta red al menos 34 museos que buscan crear una cultura de inclusión en el país, aunque no existe información nacional.
Rigo no quería la fama por ser ciego
Rigo, ídolo de las masas y famoso por haber reunido a 400 mil personas en un concierto en Monterrey y haber grabado en estudios que hicieron famosos a The Beatles, murió de un paro respiratorio en la Ciudad de México el 27 de marzo de 2005, en medio de disputas familiares.
Sus cenizas fueron esparcidas en Playa Bagdad, llamada después por un breve tiempo “Costa Azul” como su orquesta.
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Rigo, quien sufrió y enfrentó primero la debilidad visual y luego la ceguera, cuando aún el tema de la inclusión no se abordaba, aseguró que no buscaba la fama por medio de su enfermedad.
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“Lo que a veces me afecta es que la gente confunda que yo trato de agarrar esa enfermedad para hacerme popular, a la gente le digo: Miren, yo no los alcanzo a ver con mis ojos, pero hasta donde llegue el eco de mis canciones ahí los estoy viendo”, finalizó quien es el protagonista del primer museo incluyente de Tamaulipas.
