Además de los obstáculos naturales como el sargazo, palizadas y cambio de corrientes, la tortuga lora para poder llegar a ovipositar a costas del sur de Tamaulipas tiene que sortear obstáculos impuestos por el hombre como construcciones, basura, contaminantes y la falta de cultura de cuidado de la especie.
La situación genera estrés en algunos ejemplares, las cuales terminan por regresar al mar sin dejar los huevecillos.
La presidenta de la comisión de medio ambiente y ecología municipal, Nuri Violeta Romero Santiago, aseguró que “se necesita tener mayor conciencia sobre la preservación de la especie y eso se logra solo con mayor información”.
A esto se suma la falta de disposición del personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) para informar a la población sobre las condiciones de cuidado y arribó de los quelonios.
Los voluntarios y trabajadores de la Conanp limitan su función a alejar a paseantes que buscan una fotografía, sin informar qué acciones son las que deben tomar en el aspecto de cuidado a esta especie protegida y el porqué de las mismas.
La funcionaria reconoció la labor que desarrollan organismos de cuidado de la especie, más aseguró que se necesita un programa más agresivo de información para saber qué hacer en caso de la llegada de una tortuga “ya que la mayoría de las personas lo desconocen”.
La costa de Tamaulipas es considerada la favorita para el arribo de esta especie, la cual cuenta con cuidado binacional por parte de los gobiernos de México y Estados Unidos, teniendo su santuario en “Rancho Nuevo”, en las costas de Aldama, pero con gran presencia en Altamira, Ciudad Madero y en el norte de Veracruz en playas de Pueblo Viejo.