Las terminales de almacenamiento y distribución de gasolinas en la zona sur se han visto detenidas por políticas federales en materia de energéticos.

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Empresarios del sector de transportistas esperaban el avance de estas inversiones que rondan los 570 millones de dólares para dar servicio de transporte a esas cargas, cosa que no ha sucedido.

“Hay un desencantamiento de parte de los inversores dado que ha cambiado tanto la política federal que llega ser errática”, consideró el empresario transportista Leobardo Saldívar.

“Sobre todo en la industria petroquímica y petrolera ha cambiado tanto la política federal que no hay aliciente como para promover la inversión”.

Advirtió que ese boom de terminales de combustibles sería una carga adicional que les ayudaría a levantar las cifras en el transporte.

“No tenemos el crecimiento esperado que se vislumbraba con esas terminales”.

Se había proyectado desde hace dos años que las empresas transportistas podrían adquirir hasta 350 autotanques para distribuir la carga de las nuevas terminales, ya que actualmente hay 150 autotanques en la zona sur que distribuyen el combustible que sale de la terminal marítima de Pemex, con las nuevas inversiones privadas se estimaba un crecimiento importante para el sector.