%208.44.45%20p.m..png "Captura de pantalla 2018-10-11 a la(s) 8.44.45 p.m..png")
El envejecimiento de la población y el empobrecimiento de las familias acrecienta cada año el número de personas mayores con alta vulnerabilidad social y sin que los hogares para ancianos de Tampico, Madero y Altamira puedan afrontar la demanda de adultos desvalidos y abandonados.
Simona Quijas Ramírez y María del Carmen Cortez, responsables de la casa hogar Nuestra Señora de Guadalupe, explicaron que asilos de esta naturaleza tienen una mayor demanda de servicio porque las familias no tan fácilmente se encargan de atender a sus ancianos, pues todos salen de casa para trabajar o estudiar y los dejan mucho tiempo bajo llave y solos.
Luego de firmar un convenio para recibir las aportaciones de los clientes de la cadena tampiqueña de tiendas Arteli, las religiosas dijeron que sostener casas asistenciales es un gran reto, pues no reciben apoyo oficial, no pueden aplicar altos cobros por el cuidado de los adultos mayores ni pueden pagar salarios considerables a empleados especializados en geriatría, por los ingresos reducidos.
En esta localidad, indicaron que va en aumento el número de personas que quedan en desamparo y que son atendidas en esa casa que vive de la asistencia de la comunidad y que actualmente cuenta con más de 35 mujeres de edad avanzada.
En Tamaulipas, hasta hace ocho años, el 8.5%, que equivale a 271 mil 915 de la población total, tienen 60 años o más, pero para 2020 habrá un incremento de 3.0% de esta población, para ubicarse en 11.6%.
Con este ritmo de crecimiento, para 2030 Tamaulipas duplicará su población, alcanzando un porcentaje del 16.7%. Las cifras anteriores nos indican que en los próximos veinte años Tamaulipas, y México en su conjunto, se enfrentarán a un panorama de envejecimiento poblacional.
%208.44.39%20p.m..png "Captura de pantalla 2018-10-11 a la(s) 8.44.39 p.m..png")
Alicia Holguera, de la Casa Hogar del Anciano Tampico, indicó que a 75 años de que nació esa institución también enfrenta una creciente demanda de viejitos que no pueden ser atendidos en sus casas y que son llevados al asilo para su atención.
En este lugar se aceptan personas de más de 65 años, siempre y cuando no tengan padecimientos complicados de salud, porque en el lugar solo poseen una enfermera por turno y no tiene capacidad médica para atenderlos en casos de agravamiento de su enfermedad, puntualizó.
