Este fin de año se realizará una celebración austera o más discreta en comparación con la de otros diciembres, debido a las secuelas que ha dejado el Covid-19 en los bolsillos de los ciudadanos.
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Sin duda se gastará menos en la cena con la que se despide al 2020, ya que la situación de muchas familias no ha sido la mejor.
“En otros años pedían mucho el bacalao, romeritos, piernas y los pavos, este año fue menos lo que se estuvo vendiendo; ahora piden más pierna, pollos y pizzas, cosas más sencillas y populares, es lo que tuvo más demanda este año”, comentó Reyes González, presidente de la Asociación de Empresarios Restauranteros del Sur de Tamaulipas.
Al respecto, Pablo Reyna, presidente de la Cámara Nacional de Restaurantes y Comida Condimentada en Tamaulipas, mencionó que la carne asada es la más comprada, junto con los tamales y el pozole.
El costo de una carne asada es de mil 700 pesos y alcanza para un estimado de 10 o 15 personas, mientras que un litro de pozole cuesta alrededor de 120 pesos.
En gustos se rompen géneros y la cena de fin de año ronda los 800 pesos si se compra un pollo relleno con espagueti y puré de papa; y se eleva a mil 800 pesos si se opta por compartir una pierna con sus complementos.
Por un pavo con complementos el precio llega a los 3 mil pesos y lo más económico para estas fechas son las pizzas y el pollo asado que tienen un costo promedio de 100 a 120 pesos, así como las carnitas que se ofertan a 200 pesos el kilo.
Reyes González consideró que este cambio de consumo en los tampiqueños se debe al costo y por el tipo de reuniones que se hacen más pequeñas para cuidar la sana distancia y evitar los contagios entre las familias.
Debido a que la demanda de comida ha bajado demasiado no pueden subir los precios, por lo que el precio de las cenas es muy similar al que tuvieron en 2019.
Este año la venta bajó, antes del 24 de diciembre la pierna de cerdo crudo se vendía en 62 pesos el kilo y este año está en 45 pesos, lo que significa que no hubo mucha venta; el pollo actualmente está a 43 pesos el kilo.
“La venta de cenas para fin de año es menor a la del 24 de diciembre porque es más familiar, ya que la del cierre de año es una celebración que se hace con los amigos”, concluyó el representante del sector.
Es así como este 2020 será despedido en los hogares de la zona conurbada con una cena austera, pero muy simbólica.
Las familias han evitado realizar grandes gastos, ya que la pandemia tuvo un fuerte impacto en la economía y las grandes fiestas continúan siendo un foco de riesgo ante la contingencia sanitaria.
