"Ellos no saben de pandemias, por eso nosotros debemos adaptarnos y celebrarles su día, que es una de las tradiciones más bonitas que tiene nuestro México, pues es como volver a estar en familia con ellos, que nos esperan para volver a reunirnos", comenta María Victoria Flores, quién recreó su propio panteón en el jardín de su casa al mantenerse las restricciones por el Covid-19.
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Indica que al enterarse de que no se iba a tener acceso a los cementerios por la situación de la pandemia, puso manos a la obra y empezó a elaborar no solo una ofrenda en su altar, como cada año, sino crear también un panteón, "para que la familia que nos visitara por la celebración de Día de Muertos, pueda convivir con quienes ya se han adelantado en su camino y estar por un momento todos juntos".
"Este año tan extraño, nosotros no pudimos ir a verlos, por eso los traje aquí para poder disfrutarlos en este día tan especial, es una tradición que aprendí de mi suegra Juanita Balderas, ella ponía el altar y eso me emociona, me da mucha satisfacción y sobre todo que es parte de nuestra familia y nos une mucho", dice conmovida doña María Victoria.
Además de toda la satisfacción que nos da volver a convivir con nuestros seres queridos, dice, "reconocemos que es una tradición única en el país y en el mundo, por eso quienes la realizamos, nos esmeramos tanto en hacerla, a mí, por ejemplo, me llevó, cinco días poder crear el panteón, confeccionar la ropa para las catrinas, colocar el altar y la mesa donde vamos a recibirlos".
Añade que, trabajó con materiales reciclables durante varios días para recrear su panteón y las catrinas y así poder recibir como marca la tradición a su esposo y sus tíos, de quienes tiene recuerdos imborrables "y mientras pueda hacerlo lo voy a seguir haciendo porque es algo muy bonito y con mucho sentimiento".