Aunque la basura se acumula por montones en la bocatoma del canal de La Cortadura, la Comisión Nacional del Agua negó concesiones a inversionistas porteños interesados en construir restaurantes y agregar servicios turísticos como paseos de lanchas en la periferia de la Isleta Pérez, hoy en descuido.
El empresario de ese sector, Rogelio Galván Ramírez, manifestó que no obstante los proyectos serán presentados el próximo mes al alcalde Jesús Nader Nasrrallah, con la esperanza de obtener el apoyo municipal para el rescate de esa zona y que inversionistas privados obtengan permisos para la construcción de infraestructura turística, en esa tramo que es la prolongación de la calle Altamira.
"Hoy esa zona permanece en abandono, es un basurero, no tienen vigilancia y la contaminación es creciente, sin que tampoco haya programas de saneamiento, a pesar que es parte del canal de La Cortadura, que en los últimos meses ha recibido inversiones públicas muy cuantiosas".
La CNA negó la concesiones a empresarios interesados en construir restaurantes de pescados y mariscos y agregar muelles para lanchas que ofrezcan paseos turísticos en el canal de La Cortadura, o al río Pánuco, pues en ese tramo ambos se conectan, comentó.
Expresó que la transformación de esa zona, junto a la escuela secundaria general Pesquera y el Centro Regional de Investigaciones Pesqueras, no necesita grandes inversiones, solo el respaldo del gobierno para limpieza, vigilancia y pavimentación de calles y banquetas.
Dijo que la propuesta es comenzar con inversiones pequeñas de más de un millón de pesos, para darle otra cara al lugar que es parte importante de la zona industrial más antigua de la ciudad y donde aún funcionan una veintena de empresas, entre gaseras, gasolineras, fábricas de plásticos, de tanques de almacenamiento, de lanchas, entre otros.
Esa zona tiene un gran futuro, pero muchos terrenos permanecen intestados y a la autoridad federal parece no interesarle facilitar la inversión privada, pero la esperanza es obtener el apoyo del nuevo gobierno de la ciudad para cambiar ese sitio, de gran atractivo natural.
El empresario tampiqueño mencionó que aunque lento, hay un reactivamiento importante en la isleta Pérez, pero si existieran acciones gubernamentales, podrían empatarse la industria y el turismo y aprovechar las inmediaciones al río Pánuco.
Recordó que la primera y más antigua zona industrial de Tampico, fue devastada por el Huracán Hilda en 1955 y aunque actualmente posee un gran número de predios abandonados, posee un gran potencial para convertir la isleta en una punto de comercio, turismo y de empresas de la transformación.