Aquella tarde del 23 de junio de 2019 la vida de Jesús Alfredo, un estudiante universitario de ingeniería mecatrónica de 23 años, cambió drásticamente al sufrir un choque a bordo de un taxi -donde viajaba como pasajero- junto con una amiga; el accidente lo dejó gravemente herido y con secuelas de por vida.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí́
Acompañado de su mamá Silvia, el joven con residencia en la colonia 16 de Septiembre en Ciudad Madero, lamentó que a un año de aquel trágico hecho aún no haya justicia o castigo para el responsable del percance vial.
La vida dio un giro de 180° para el muchacho que pese a todo mantiene el ánimo. Él perdió movilidad en varios músculos de la cara, usa gotas a diario ante el exceso de resequedad en la vista y podría enfrentar la pérdida de visión en el ojo derecho en caso de no ser intervenido quirúrgicamente, ya que no cuenta con recursos para la cirugía en alguna institución particular y a causa del Covid-19 no puede hacerlo en el hospital del que es derechohabiente.
"Yo era alumno de excelencia, viajaba a certámenes de ajedrez y de ciencia, tenía concursos en puerta que se vinieron abajo por el choque. Mis maestros me apoyaron, sin embargo, fueron tres meses sin ir a la escuela, mis calificaciones se fueron abajo, no soportaba estar sentado a causa del intenso dolor, no podía dormir y además era muy difícil ver el sufrimiento de mi familia", recordó.
Sobre el día del accidente, detalló que se dirigía rumbo a un restaurante en compañía de una amiga y abordaron un taxi, eran aproximadamente las dos de la tarde.
Fue a la altura del Raquet Club en Tampico cuando otra unidad los embistió y a causa del impacto sufrió múltiples lesiones en el rostro, sangraba abundantemente y estuvo a punto de entrar en shock.
Jesús Alfredo recordó que fue auxiliado por personas que se encontraban jugando fútbol en el mencionado club deportivo, a los pocos minutos llegaron sus padres e instantes después arribó el personal de la Cruz Roja que lo trasladó de urgencia a una clínica y finalmente se le condujo al Hospital General Número 6 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde estuvo internado tres días.
El presunto responsable del accidente se dio a la fuga y no se puso a ningún conductor a disposición de las autoridades.
En este punto, la mamá del joven concordó en señalar presuntas anomalías en el Ministerio Público, ya que no les permitieron como padres presentar la denuncia en representación del joven, quien tuvo que ir días después -aún convaleciente- cuando legalmente deberían haber acudido a recabar su declaración hasta el hospital. Incluso, ninguna aseguradora se hizo cargo y el joven mencionó que su familia ha absorbido todo el costo del tratamiento médico, mismo que ha sido muy costoso.
En este sentido, la señora detalló que tampoco la aseguradora del taxi se hizo responsable, porque acorde a las declaraciones el operador no era responsable, “siendo que como pasajero de la unidad de transporte público debería estar asegurada su integridad a bordo del vehículo”.
A más de un año no hay un imputado a pesar de que, consideraron, existen todos los elementos de prueba necesarios. "Hace más de un año que lucho para que se me haga justicia y no he conseguido nada, no tengo un responsable por parte de la fiscalía a pesar de que la camioneta fue abandonada en el lugar, tengo las placas y además de testigos. Me he topado con tantas injusticias a lo largo del proceso que estoy empezando a sentir que no tenemos justicia de verdad en México", añadió con un dejo de tristeza el joven estudiante.
Con apoyo de familiares y amigos realizarán una marcha en fechas próximas del Palacio Municipal de Tampico a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia; ellos marcharán con la esperanza de que su voz haga eco para que por fin pueda prevalecer el estado de derecho.