Cada 12 de abril su nombre se menciona en los discursos oficiales, ya sea del cronista en turno o de algún funcionario. Pero la verdad pasa inadvertido entre el recuento de datos, cifras, personajes y anécdotas. El resto del año ese nombre regresa al olvido, o casi. Y es que nuestra ciudad tiene el orgullo de contar con un fundador, con nombre y apellido ¿pero, quién es?
Se llama Juan de Villatoro. Podemos tomar como referencia un documento disponible en internet gracias al Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, es el Acta de Fundación de la Ciudad de Tampico de Tamaulipas 1898. En sus 80 páginas describe los antecedentes y protocolo que se siguieron durante la fundación de la ciudad.
Al leer nuestra acta de fundación resalta el nombre de Juan de Villatoro. Encabezando las gestiones desde su puesto de alcalde de Altamira, ante los miembros de su ayuntamiento, dialogando y convenciendo al joven general Santa Anna. Y su momento culminante al ser él quien dio posesión de los terrenos a cada uno de primeros pobladores, ser él quien señalara el lugar que ocuparían las principales instituciones como la presidencia municipal, la catedral y hasta las plazas.
No en balde el articulista de El Sol de Tampico, Miguel Angel Ferral, lo llama “padre indiscutido del Tampico moderno”, pero al mismo tiempo menciona, en abril de 1983, que en nuestra ciudad “no tenemos una calle, una plaza, un monumento en su memoria”, ya desde entonces se lamentaba del olvido a la figura y obra de ese altamirense.
Pero las cosas cambiaron pronto, para comprobarlo hay que ir a la colonia Campbell, donde se enclava una simpática placita de forma semicircular, es de hecho un parque infantil, y por si no lo había notado lleva el nombre de Juan de Villatoro. Una placa menciona que el parque fue reconstruido durante la gestión municipal 1981-1983; falta por confirmar desde cuándo lleva ese nombre.
Respecto a la calle Juan de Villatoro el caso es complicado. La calle conocida como “la divisoria” que delimita los municipios de Tampico y Altamira, tiene oficialmente dos nombres. Del lado altamirense en la colonia Ganadera se llama Juan de Villatoro. Y del lado jaibo en la colonia Niños Héroes, fue despojada del nombre del fundador de Tampico, para imponerle el nombre de un empresario refresquero. Al consultar la aplicación Google Maps aparecen a través de esa avenida tres nombres: Divisoria, Dr. Burton E. Grossman y Juan de Villatoro.
No existen monumentos, estatuas o bustos en su honor, pues se consigna que no contamos con alguna imagen de su rostro. Pero si un día hubiera una efigie del personaje deberían colocarla en la esquina de las calles Cristóbal Colón y Héroes del Cañonero, allí está el sitio conocido como Barranco de los Alemanes, un sitio histórico con una placa que lo atestigua, pues allí comenzó Tampico. Allí Juan de Villatoro encabezó el acto de fundación.
Si queremos indagar más acerca de nuestro fundador podemos teclear su nombre en el buscador de Google y descubriremos la Telesecundaria Juan de Villatoro, ubicada por supuesto en Altamira.
Este 12 de abril se volverá a mencionar su nombre en algún discurso, y sigue la pregunta, ¿cómo debemos honrar a nuestros personajes históricos? Con monumentos, ceremonias cívicas, días feriados, banderas a toda asta, desfiles, piezas oratorias, libros, conferencias, documentales, en fin. En este caso el punto de partida es conocer y comprender la relevancia de esta fecha para nuestra ciudad, para descubrir que Tampico fue fundado por un altamirense llamado Juan de Villatoro.
Juan de Villatoro es, sin duda, el protagonista de la Fundación de Tampico
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