Un 27 de abril del 2009 estalló la última crisis por un virus en México y que afectó considerablemente a Tamaulipas, se trató del AH1N1.
Los diferentes sectores del estado resintieron las consecuencias de esta pandemia que dejó pérdidas millonarias a comercios y empresas además de la suspensión de clases para los más de 90 mil estudiantes de todos los niveles educativos.
Ese mismo día fue declarada la alerta sanitaria cuando el entonces gobernador Eugenio Hernández Flores ordenó intensificar las medidas de salud en todo el territorio, además de tomar medidas extremas en tres municipios de Tamaulipas: Mante, Antiguo y Nuevo Morelos, por posibles casos de personas infectadas con este letal virus, siendo necesario suspender clases desde primaria hasta universidad en estas localidades.
Hoteleros y restauranteros fueron de los que más pérdidas tuvieron debido a la cancelación de las reservaciones para el puente del día 10 de mayo, mientras que las ventas de los comerciantes establecidos disminuyeron 20%, según reportó la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Tampico.
El día lunes 4 de mayo las autoridades confirmaron que no tenían registro de personas fallecidas por influenza en el estado y estaba libre de casos positivos de AH1N1 notificando al Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.
El Gobierno federal recomendó a la población permanecer en sus casas y reducir así el riesgo de mayor propagación de la influenza, lo que agudizó la crisis que se vivía en esta región sur de Tamaulipas.
Este día el Presidente de la República Mexicana, alertó sobre dos casos del coronavirus en México de las cuales un caso se encontraba en Tamaulipas.
La Secretaría de Salud en Tamaulipas, confirmó el posible caso en un médico de origen asiático quien viajó a China quien contrajo una enfermedad respiratoria estando en el país asiático.
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