Es en playa Miramar donde se ofertan bebidas alcohólicas preparadas e inspiradas en personajes de la cultura popular. “Dákiti”, “Bichota” y “Heisenberg” son tres creaciones que en esta temporada han sorprendido a bañistas locales y foráneos.
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“Se me ocurrió, por qué no, poner bebidas atractivas de colores atractivos con nombres populares para la juventud de ahora, un nombre ‘chistosón’, ‘popular’ y a las que les quieran tomar la foto”, detalló Brandon Herrera, copropietario de El Perro Negro Beach Bar, mismo que abrió hace un mes.
En entrevista para EL SOL DE TAMPICO ahondó diciendo que también son un tributo para personajes reales y ficticios que han marcado una época.
¿A QUÉ SABEN?
Respecto a su sabor, describió que la “Heisenberg” tiene base de vodka, licor sabor a naranja y piña y va escarchada con polvos color azul, precisamente en alusión al producto que fabrican los protagonistas de Breaking Bad.
“La ‘Dákiti’ tiene también base de vodka, licor de melón con un toque de sabor a pepino y va decorada con esa fruta; mientras que la ‘Bichota’ es de ginebra, con una infusión de jarabe de rosas que prepara nuestro bartender y lleva una decoración muy coqueta con pétalos”.
DE CRIMINÓLOGO A EMPRENDEDOR
Brandon aseguró que “la playa es vida y amor”; agradeció a su socio Ricardo Martínez, así como al bartender Israel Barrón y a la cocinera Nicole por hacer realidad su sueño ya que fue debido a la pandemia que perdió su empleo en Reynosa, de donde es oriundo.
“Comencé vendiendo micheladas porque me quedé sin trabajo, soy criminólogo. A causa de la pandemia la venta de las micheladas la inicié el año pasado, pero el nombre ya lo tenía desde el 2016”, recordó el entrevistado.
Explicó que era en su hogar donde hacía reuniones y en lugar de preparar la tradicional “carnita asada”, elaboraba micheladas para sus amistades, conocidos y familiares.
“A la gente le gustó el sabor y en el momento en que me quedo sin empleo por la pandemia tenía que buscar la manera de generar ingresos, seguía mandando currículums y todo ese choque de volver a empezar; entonces pregunté en Facebook sobre la venta de micheladas, de quién me apoyaría comprando o a quién le gustarían en un fin de semana y toda la raza comenzó a preguntar que cuándo o a decir ‘yo que quiero tres’”.
Mencionó que fue así como se animó a emprender, “me aventé a comprar las cosas y me fue muy bien, ahí empezó el negocio de las micheladas, mandé a hacer un logotipo que actualmente ya cambió porque todo trascendió a lo que es un bar”.
Uno de sus clientes tradicionales y amigo desde hace años, Ricardo Rodríguez decidió formar una alianza con él para emprender y fue así como comenzó el proyecto, “realizamos esto en aproximadamente un mes, fue un show, sin embargo, lo logramos”.
“La verdad aquí ha sido excepcional, algo muy fregón que la gente lo esté aceptando porque ahí anteriormente había otro concepto”, finalizó Brandon remarcando que ha sido gracias a las redes sociales que muchos han llegado a conocer tanto sus bebidas como los alimentos que ahí preparan.