/ jueves 18 de julio de 2019

#Especial | El sueño de ser defensor se hizo realidad

Desde pequeño, cuando aún no conocía las letras, Eustacio Reyes Hernández ya daba muestras del interés por defender a los demás

La profesión de abogado o el profesional del Derecho es una carrera, que para algunos que no están relacionados con este tema, es de cuidado mientras que para otros adentrados en la abogacía es una gran oportunidad para demostrar que las leyes están para defender a las víctimas y sancionar a los que violentan el Derecho.

Esta profesión que en los últimos 10 años ha dado un giro de 360 grados con las modificaciones del Sistema de Justicia en el país, ha provocado que los litigantes deban tener una mejor preparación y mayores conocimientos del Derecho en sus distintas ramas.

Para el Dr. en Derecho Eustacio Reyes Hernández, reconocido abogado con casi tres décadas en la profesión, este tiempo ha sido un período de invaluable aprendizaje, porque asegura que en el Derecho no se termina de aprender y la preparación debe ser constante si se quiere destacar y lograr un nombre y buena reputación.

“Al cliente siempre hay que decirle la verdad, para que confíe en ti y que se le quite esa idea que el abogado es ratero, a lo mejor no puedo componer el mundo de la abogacía, porque muchos abogados han manchado la imagen en la profesión pero yo pongo mi contribución y que mi cliente diga yo conocí a uno que no me robó y no me engañó, lo justo, lo legal y lo equitativo, sin más ni menos”, dice el litigante a El Sol de Tampico.

¿Por qué eligió estudiar la carrera en Derecho?

Desde que era niño siempre en la casa me decían que yo era el abogado porque siempre defendía a todos o me defendía yo mismo de mis papás cuando me reclamaban algo o me ponían una sanción, siempre decía que no era justo, y la verdad no recuerdo de dónde salió ese interés, pues en casa no había televisión, no había prensa, ni mucho menos en aquel entonces había redes sociales.

Yo pensaba que ser abogado era ser presidente de la República, y yo tenía en mis ideas, tal vez en mis locuras, que yo quería ser abogado porque quería ser presidente de la República, y así fue como nació el interés.

Estudié primaria, secundaria y preparatoria y en todo ese tiempo me preguntaba qué quería ser de grande, siempre respondí abogado.

Desde antes de conocer las letras el Dr. En Derecho Eustacio Reyes, ya soñaba ser abogado /Alfredo Márquez

¿Cómo fue el ingresar a la universidad?

Fue muy difícil entrar a la universidad por los trámites burocráticos de antes, las clases comenzaron en agosto yo entré hasta el mes de octubre, y ya en la carrera hubo dos maestros que me decían que yo no servía para abogado, que ni siquiera lo intentara porque nunca sería abogado y eso me ponía triste y bajaba la moral.

A pesar de eso me dediqué a estudiar y el primer año recuerdo lo pasé con una materia reprobada que después recursé y el siguiente año completamente liberado, de 6 materias 4 exentas y en dos tuve que presentar examen, en tercero y cuarto y quinto todas exentas a excepción de una sola materia que forzosamente tuve que presentar examen y de acuerdo con las estadísticas fui uno de los 8 mejores alumnos de la generación, el cuarto en presentar el examen profesional inmediatamente, salimos en julio y en octubre estaba presentando el examen profesional y ahí inició mi carrera como abogado.

¿En los primeros años ya como profesional de la abogacía como recuerda esos inicios?

Una vez que terminas tu carrera piensas que el éxito te está esperando, piensas que con el título ya vas a comenzar a trabajar y a ganar dinero, lo que es totalmente falso, el título apenas es el inicio para comenzar a buscar el éxito, porque tienes la base pero te falta la práctica.

Yo desde segundo año de la carrera por necesidad económica tuve que aprender a llevar asuntos pequeños de lesiones, y con esos asuntos yo mantuve mi carrera, cobraba cantidades muy pequeñas en asuntos pequeños en juzgados menores, pero me ayudó a pagar mi carrera, mi examen profesional y la cena de graduación, y excluir de la responsabilidad a mis papás para mantenerme yo solo y muchos maestros se dieron cuenta.

Hubo momentos en que la situación económica durante mi etapa de estudiante se tornó crítica, pues en ocasiones escaseaba el dinero a tal grado que no había ni para los pasajes, en cuanto a la vestimenta no se diga, llegué a tener una sola camisa que a diario tenía que lavar.

¿Cómo fue la primera experiencia ya en la práctica?

Yo conocí a un abogado de Altamira, Héctor Rodríguez Terán, y le dije “oiga licenciado a mí me dicen que usted es muy buen abogado y yo quiero aprender con usted” y me dijo, “Tacho, tienes las puertas abiertas pero yo no te voy a pagar”, fue entonces cuando sentí que el mundo se me vino encima porque no tenía pasajes ni para la escuela y ahora tengo que gastar para ir al despacho, pero es la única forma de aprender, y a mí me habían dicho que el abogado sabía mucho y me atreví y fui, donde trabajé jornadas de 16 y 18 horas que al final de la semana habían redituado porque siempre sí me pagaron.

Me sentí tan feliz porque con eso ya podía cubrir mis pasajes, mis comidas, después el abogado pagó para que yo tuviera un almuerzo en un restaurante, y también me contrató un hospital porque ya me enfermaba mucho de la columna y con el tiempo me fue aumentando de sueldo.

Manejaba Tampico, Madero y Altamira en las ramas Civil, Penal, Mercantil y Laboral, en materia laboral sin título, en materia penal sin título, yo me quedaba a metros del abogado y los jueces a veces me sacaban y yo le decía voy a estar aquí de lejitos escuchando lo que usted dice y así fue como aprendí varias ramas del Derecho.

¿Cuándo comienza el abogado a litigar por su cuenta?

Una vez que terminé la carrera me independicé y comencé a llevar asuntos pequeños, grandes y empieza ahora sí la formación del abogado, es muy difícil, para los que van empezando yo les digo que tienen que invertir su tiempo para que ellos puedan progresar y puedan ser abogados, primero que la gente los conozca, el abogado es como un oro enterrado, necesitas descubrirlo para que valga en efectivo, que alguien te descubra, a veces el descubrimiento lo tienes que hacer por conducto de un abogado, de un “padrino” que tenga fama, para que digan está con él, o estuvo con él, y después te desprendes y empiezas a hacer un nombre propio en la abogacía que resulta difícil y más difícil es conservarlo.

¿Una vez iniciada la carrera profesional como abogado cuántos años pasan para afianzarse profesionalmente y económicamente?

Esto es algo que los muchachos deben aprender y deben de saber y no desesperarse, la transformación del abogado es por pasos, para que tú te conviertas en un abogado que trabajes por tu propia cuenta y comiences a afianzar clientes y tener un nombre y una imagen y una situación económica estable tienes que invertir por lo menos 10 años, después de 10 años la gente comienza a conocerte a buscarte y puedes cobrar bien y es ahí donde empieza, antes no, y eso todos lo pasamos.

Después de terminar la carrera te das cuenta que es necesario tener mayores conocimientos por lo que sabes que te tienes que seguir preparando.

El abogado debe estar a la altura de las demandas del nuevo Sistema de Justicia Penal /Alfredo Márquez

¿Cuál ha sido la preparación después de la universidad?

Después de la carrera estudié una Maestría en el Área Penal en la UAT; una Maestría en Derecho Procesal Penal con Inducción a Juicios Orales, en un centro de estudios de posgrado de Puebla; estudié un Doctorado en Derecho Procesal Penal con Inducción a Juicios Orales en la Universidad de Puebla; acabo de terminar una Maestría en Derecho Penal Internacional en la Universidad de Granada, España; estoy haciendo una especialidad en Derecho Procesal Penal Sustantivo en la Universidad de Girona, España; hice un Diplomado en Defensa Internacional en Derechos Humanos en la Universidad Austral de Chile y también hice un Diplomado en Defensa Internacional en Derechos Humanos de la Mujer en la Organización de las Naciones Unidas, en el Instituto Latinoamericano de Derechos Humanos de América Latina, también certificado por la Universidad Austral de Chile; hice una Especialidad en Estrategias de Litigación Internacional con el Instituto Latinoamericano de Juicios Orales y LALO en Perú; acabo de hacer una Pasantía Internacional en Interrogatorio y Contrainterrogatorio en Medellín, Colombia, y esas son las áreas en las que yo más me he enfocado en el área penal.

¿Cuáles son los servicios que actualmente ofrece a la comunidad?

No es que sea un todólogo, pero yo creo que el abogado siempre es el representante de la sociedad y el cliente la sociedad, no sabe que existan ramas, no saben que el abogado desconoce muchas cosas, entonces también como cultura general, como abogados tenemos que estar en constante estudio, a lo mejor no dominamos todas las áreas pero sí tenemos que estudiar Derecho Civil, Derecho Penal, Derecho Familiar, Derecho Agrario, Derecho Laboral, para que la persona que se te acerque le puedes dar una respuesta, a lo mejor lo puedes litigar a lo mejor no.

¿Los clientes deben contar con algún perfil?

Antes de ser abogado soy ser humano, y yo creo que el abogado no tiene clientes de situación económica alta o situación económica baja, el abogado es para todos y la sociedad nos mira como representantes de ellos, entonces yo creo no debemos discriminar, todos los clientes son bienvenidos. Es cierto que sí se cobra, pero también no se nos debe de quitar el acto humano y también se hace servicio social a la comunidad como un agradecimiento a la misma sociedad y a Dios por las oportunidades que te ha dado por esta carrera, y por los clientes que ya tienes, es como una retribución.

La constante capacitación y estudio son la base en la vida del litigante /Alfredo Márquez

La profesión de abogado o el profesional del Derecho es una carrera, que para algunos que no están relacionados con este tema, es de cuidado mientras que para otros adentrados en la abogacía es una gran oportunidad para demostrar que las leyes están para defender a las víctimas y sancionar a los que violentan el Derecho.

Esta profesión que en los últimos 10 años ha dado un giro de 360 grados con las modificaciones del Sistema de Justicia en el país, ha provocado que los litigantes deban tener una mejor preparación y mayores conocimientos del Derecho en sus distintas ramas.

Para el Dr. en Derecho Eustacio Reyes Hernández, reconocido abogado con casi tres décadas en la profesión, este tiempo ha sido un período de invaluable aprendizaje, porque asegura que en el Derecho no se termina de aprender y la preparación debe ser constante si se quiere destacar y lograr un nombre y buena reputación.

“Al cliente siempre hay que decirle la verdad, para que confíe en ti y que se le quite esa idea que el abogado es ratero, a lo mejor no puedo componer el mundo de la abogacía, porque muchos abogados han manchado la imagen en la profesión pero yo pongo mi contribución y que mi cliente diga yo conocí a uno que no me robó y no me engañó, lo justo, lo legal y lo equitativo, sin más ni menos”, dice el litigante a El Sol de Tampico.

¿Por qué eligió estudiar la carrera en Derecho?

Desde que era niño siempre en la casa me decían que yo era el abogado porque siempre defendía a todos o me defendía yo mismo de mis papás cuando me reclamaban algo o me ponían una sanción, siempre decía que no era justo, y la verdad no recuerdo de dónde salió ese interés, pues en casa no había televisión, no había prensa, ni mucho menos en aquel entonces había redes sociales.

Yo pensaba que ser abogado era ser presidente de la República, y yo tenía en mis ideas, tal vez en mis locuras, que yo quería ser abogado porque quería ser presidente de la República, y así fue como nació el interés.

Estudié primaria, secundaria y preparatoria y en todo ese tiempo me preguntaba qué quería ser de grande, siempre respondí abogado.

Desde antes de conocer las letras el Dr. En Derecho Eustacio Reyes, ya soñaba ser abogado /Alfredo Márquez

¿Cómo fue el ingresar a la universidad?

Fue muy difícil entrar a la universidad por los trámites burocráticos de antes, las clases comenzaron en agosto yo entré hasta el mes de octubre, y ya en la carrera hubo dos maestros que me decían que yo no servía para abogado, que ni siquiera lo intentara porque nunca sería abogado y eso me ponía triste y bajaba la moral.

A pesar de eso me dediqué a estudiar y el primer año recuerdo lo pasé con una materia reprobada que después recursé y el siguiente año completamente liberado, de 6 materias 4 exentas y en dos tuve que presentar examen, en tercero y cuarto y quinto todas exentas a excepción de una sola materia que forzosamente tuve que presentar examen y de acuerdo con las estadísticas fui uno de los 8 mejores alumnos de la generación, el cuarto en presentar el examen profesional inmediatamente, salimos en julio y en octubre estaba presentando el examen profesional y ahí inició mi carrera como abogado.

¿En los primeros años ya como profesional de la abogacía como recuerda esos inicios?

Una vez que terminas tu carrera piensas que el éxito te está esperando, piensas que con el título ya vas a comenzar a trabajar y a ganar dinero, lo que es totalmente falso, el título apenas es el inicio para comenzar a buscar el éxito, porque tienes la base pero te falta la práctica.

Yo desde segundo año de la carrera por necesidad económica tuve que aprender a llevar asuntos pequeños de lesiones, y con esos asuntos yo mantuve mi carrera, cobraba cantidades muy pequeñas en asuntos pequeños en juzgados menores, pero me ayudó a pagar mi carrera, mi examen profesional y la cena de graduación, y excluir de la responsabilidad a mis papás para mantenerme yo solo y muchos maestros se dieron cuenta.

Hubo momentos en que la situación económica durante mi etapa de estudiante se tornó crítica, pues en ocasiones escaseaba el dinero a tal grado que no había ni para los pasajes, en cuanto a la vestimenta no se diga, llegué a tener una sola camisa que a diario tenía que lavar.

¿Cómo fue la primera experiencia ya en la práctica?

Yo conocí a un abogado de Altamira, Héctor Rodríguez Terán, y le dije “oiga licenciado a mí me dicen que usted es muy buen abogado y yo quiero aprender con usted” y me dijo, “Tacho, tienes las puertas abiertas pero yo no te voy a pagar”, fue entonces cuando sentí que el mundo se me vino encima porque no tenía pasajes ni para la escuela y ahora tengo que gastar para ir al despacho, pero es la única forma de aprender, y a mí me habían dicho que el abogado sabía mucho y me atreví y fui, donde trabajé jornadas de 16 y 18 horas que al final de la semana habían redituado porque siempre sí me pagaron.

Me sentí tan feliz porque con eso ya podía cubrir mis pasajes, mis comidas, después el abogado pagó para que yo tuviera un almuerzo en un restaurante, y también me contrató un hospital porque ya me enfermaba mucho de la columna y con el tiempo me fue aumentando de sueldo.

Manejaba Tampico, Madero y Altamira en las ramas Civil, Penal, Mercantil y Laboral, en materia laboral sin título, en materia penal sin título, yo me quedaba a metros del abogado y los jueces a veces me sacaban y yo le decía voy a estar aquí de lejitos escuchando lo que usted dice y así fue como aprendí varias ramas del Derecho.

¿Cuándo comienza el abogado a litigar por su cuenta?

Una vez que terminé la carrera me independicé y comencé a llevar asuntos pequeños, grandes y empieza ahora sí la formación del abogado, es muy difícil, para los que van empezando yo les digo que tienen que invertir su tiempo para que ellos puedan progresar y puedan ser abogados, primero que la gente los conozca, el abogado es como un oro enterrado, necesitas descubrirlo para que valga en efectivo, que alguien te descubra, a veces el descubrimiento lo tienes que hacer por conducto de un abogado, de un “padrino” que tenga fama, para que digan está con él, o estuvo con él, y después te desprendes y empiezas a hacer un nombre propio en la abogacía que resulta difícil y más difícil es conservarlo.

¿Una vez iniciada la carrera profesional como abogado cuántos años pasan para afianzarse profesionalmente y económicamente?

Esto es algo que los muchachos deben aprender y deben de saber y no desesperarse, la transformación del abogado es por pasos, para que tú te conviertas en un abogado que trabajes por tu propia cuenta y comiences a afianzar clientes y tener un nombre y una imagen y una situación económica estable tienes que invertir por lo menos 10 años, después de 10 años la gente comienza a conocerte a buscarte y puedes cobrar bien y es ahí donde empieza, antes no, y eso todos lo pasamos.

Después de terminar la carrera te das cuenta que es necesario tener mayores conocimientos por lo que sabes que te tienes que seguir preparando.

El abogado debe estar a la altura de las demandas del nuevo Sistema de Justicia Penal /Alfredo Márquez

¿Cuál ha sido la preparación después de la universidad?

Después de la carrera estudié una Maestría en el Área Penal en la UAT; una Maestría en Derecho Procesal Penal con Inducción a Juicios Orales, en un centro de estudios de posgrado de Puebla; estudié un Doctorado en Derecho Procesal Penal con Inducción a Juicios Orales en la Universidad de Puebla; acabo de terminar una Maestría en Derecho Penal Internacional en la Universidad de Granada, España; estoy haciendo una especialidad en Derecho Procesal Penal Sustantivo en la Universidad de Girona, España; hice un Diplomado en Defensa Internacional en Derechos Humanos en la Universidad Austral de Chile y también hice un Diplomado en Defensa Internacional en Derechos Humanos de la Mujer en la Organización de las Naciones Unidas, en el Instituto Latinoamericano de Derechos Humanos de América Latina, también certificado por la Universidad Austral de Chile; hice una Especialidad en Estrategias de Litigación Internacional con el Instituto Latinoamericano de Juicios Orales y LALO en Perú; acabo de hacer una Pasantía Internacional en Interrogatorio y Contrainterrogatorio en Medellín, Colombia, y esas son las áreas en las que yo más me he enfocado en el área penal.

¿Cuáles son los servicios que actualmente ofrece a la comunidad?

No es que sea un todólogo, pero yo creo que el abogado siempre es el representante de la sociedad y el cliente la sociedad, no sabe que existan ramas, no saben que el abogado desconoce muchas cosas, entonces también como cultura general, como abogados tenemos que estar en constante estudio, a lo mejor no dominamos todas las áreas pero sí tenemos que estudiar Derecho Civil, Derecho Penal, Derecho Familiar, Derecho Agrario, Derecho Laboral, para que la persona que se te acerque le puedes dar una respuesta, a lo mejor lo puedes litigar a lo mejor no.

¿Los clientes deben contar con algún perfil?

Antes de ser abogado soy ser humano, y yo creo que el abogado no tiene clientes de situación económica alta o situación económica baja, el abogado es para todos y la sociedad nos mira como representantes de ellos, entonces yo creo no debemos discriminar, todos los clientes son bienvenidos. Es cierto que sí se cobra, pero también no se nos debe de quitar el acto humano y también se hace servicio social a la comunidad como un agradecimiento a la misma sociedad y a Dios por las oportunidades que te ha dado por esta carrera, y por los clientes que ya tienes, es como una retribución.

La constante capacitación y estudio son la base en la vida del litigante /Alfredo Márquez

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