#Especial Yuyis García Elizondo, madre, ejecutiva y deportista

Ser ejecutiva de una compañía privada de la que dependen más de 2 mil familias en diversas partes del país y alternar ese papel con el de madre y deportista, representa un reto que Yuyis García Elizondo ha sabido enfrentar con éxito.

Como Directora Administrativa de Grupo Garel, Yuyis tiene la encomienda de estar a cargo de la Administración y la Responsabilidad Social del corporativo que maneja desde esta zona, empresas en el sector energético, con marcas reconocidas a nivel nacional e internacional.

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Sin embargo, las ocupaciones como ejecutiva empresarial no le han impedido compaginar sus labores como madre de familia y deportista, pues ha definido como objetivo promordial la felicidad en todos los ámbitos, para lo cual se deben hacer esfuerzos, procurando no sacrificar aspectos importantes.

“Es para mí todo un desafío con el que me enfrento día con día y llegar al final de mi jornada como madre, esposa y ejecutiva con mi principal objetivo de sentirme feliz y hacer sentir feliz a los demás es mi mayor recompensa”, dice.

Eso la ha hecho adaptar su rutina diaria a la convivencia con sus hijos, desde las primeras horas del día y su involucramiento en actividades escolares. El ejercicio físico y el trabajo en oficina, complementan su agenda.

Desde niña, Yuyis vio en sus padres el ejemplo del trabajo, la entrega, el esfuerzo y, especialmente, la responsabilidad social, en múltiples formas. “A mis padres, desde muy chica vi como los dos combinaban el trabajo con la familia, apunta.

“Siempre tuve el ejemplo de mis padres de verlos trabajar y administrando su tiempo para estar al pendiente de nuestro desarrollo. Inicié laborando en una Estación de Servicio para conocer la operación de una gasolinera y fue así que poco a poco me interesé en conocer más la administración de las mismas y me integré al Corporativo justo en las áreas que más me gustan, que son la Administración y Responsabilidad Social”, señala.

En su rol de madre, mantiene el equilibrio y dice que al terminar su jornada laboral, se desconecta del trabajo y se dedica al ciento por ciento a su esposo e hijos. “Ha sido un reto, pero la familia es vital. En familia hacemos actividades que nos involucran a todos”.

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Como parte de su trabajo, Yuyis emprendió la reorganización de la estructura de los puestos para asignar a las personas adecuadas en los puestos claves en la compañía, buscando que se desarrollen plenamente pero que no descuiden la parte vital, que es su familia.

Sabe que tratar de alternar todos sus roles como ejecutiva, madres de familia, esposa y deportista requiere de esfuerzo y disciplina, pero considera que lo ha equilibrado, tomando como ejemplo a sus padres y hermano, José Ángel.

Recuerda que en su formación profesional y como persona, sus padres y hermano han sido fundamentales: “mi mamá fue para mí un gran ejemplo de lucha incansable para darse a los demás. Su ejemplo de administrar su tiempo fue admirable, ya que ella a pesar de su enfermedad siempre trabajó en su notaría y se daba el tiempo de hacer ejercicio muy temprano, de trabajar y de dedicarnos el mayor tiempo posible, para que no nos hiciera falta nada, siempre con mucho ánimo. Además, se daba el tiempo de ayudar y brindar sus servicios a personas con muchas necesidades como fue el Consejo Tutelar, a donde nos llevaba a mi hermano y a mí a acompañarla y fue aquí donde yo creo me sembró esa semilla de servir a los demás, dar amor a los demás sin pedir nada a cambio, simplemente yo veía en ella paz, tranquilidad y plenitud. Para mí fue alguien a quien sigo recordando, principalmente por su fortaleza y entrega a lo que más quería, su familia”, dice.

Para Yuyis García, lograr un equilibrio entre la labor de ser madre, ejecutiva y esposa es posible, pero es necesario tener prioridades y esto es, poner siempre el bien de las personas por encima de otros intereses.

“Esto se puede, trabajando para poder servir a las personas que Dios ha puesto a nuestro cuidado. Amarnos, amar a los demás para darnos cuenta de todo lo positivo que tenemos, ya que si tenemos que conciliar un trabajo con una familia es señal de que somos muy afortunadas. Tener una comunicación efectiva con sus hijos para que se involucren en las actividades que haces por ellos, por los demás y por tu vida laboral”, finaliza.