/ viernes 15 de noviembre de 2019

Esperemos que no sea un mal comienzo

Pero no, se trata ni más ni menos de una invención mercantilista para acaparar los dineros de fin de año de los mexicanos de toda clase social y evitar que muchos se vayan “al otro lado” a comprar lo que siempre se compra para festejar las fiestas decembrinas.

Desde un modesto puesto de pepitas, hasta la más fifí tienda de muebles, ropa y regalos, durante dos días mantendrán ofertas a su clientela, procurando atraer al mayor número de compradores y vender en ese lapso lo que quizá no vendieron durante todo el año.

El “Buen Fin” no es más que una copia del famoso jueves negro del comercio de los Estados Unidos, donde en conmemoración del Thanksgiving Day o Día de Acción de Gracias, que celebran la última semana de Noviembre, solo que allá en realidad sí ofrecen al público generosos descuentos en toda su mercancía y no engañan con simulaciones como en este maltratado país nuestro.

Sin embargo, el “Buen Fin” de alguna manera significa una importante derrama económica que beneficia a todos, aparte de que nos hace sentir como ciudadanos del primer mundo, como si todos fuéramos de “caché”, fifís pues, al salir con enormes bolsas de las tiendas trasnacionales de Altama o ir a comer o cenar a los restaurantes popof de la ciudad.

Intereses comerciales aparte, el “Buen Fin” está inspirado en el espíritu navideño, fecha en que todo mundo intercambia obsequios sin haber motivo alguno, más que la tradición inventada por los grandes mercaderes del mundo.

Ahora bien, quizá el “Buen Fin” pudiera convertirse en algo más interesante y útil para el Gobierno, como un termómetro, por ejemplo, de la economía del país, al cuantificar la derrama económica de las compras en todo el territorio nacional y evaluar el bienestar de los mexicanos en base al resultado de lo que gastó en dos días de éxtasis mercantil.

En fin, esperemos que el “Buen Fin” no sea un mal comienzo del mexicano, en los umbrales de un año que se augura difícil para todos. ¿Y el ahorro?, ese puede esperar la cuesta de enero.

EN MADERO SE CUMPLEN LOS PROYECTOS

El alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, aseguró que todas las obras públicas en construcción y las proyectadas por su administración municipal, se concluirán en tiempo y forma, sin aflojar el ritmo de trabajo ni descuidar el espíritu social de todo lo que tiene que ver por el bienestar de los maderenses.

Durante un encuentro con los integrantes de la Cámara de la Industria de la Construcción, Oseguera Kernion refrendó su compromiso de trabajar con ellos en la modernización de Ciudad Madero, privilegiando el interés de las empresas locales en las asignaciones de obras que impulsen el desarrollo de la ciudad.

Luego, en voz del secretario de Obras de Madero, el alcalde Oseguera Kernion dio a conocer el programa de obra pública ejercido durante el año que está por terminar, mediante la aplicación de cerca de 92 millones de pesos en diferentes proyectos.

En Madero pues, hay certeza en su proyecto urbano y social.

P.D.-Un mal comienzo, puede no llegar a un buen final.

e-mail: armando_juarezbecerra@jotmail.com

Pero no, se trata ni más ni menos de una invención mercantilista para acaparar los dineros de fin de año de los mexicanos de toda clase social y evitar que muchos se vayan “al otro lado” a comprar lo que siempre se compra para festejar las fiestas decembrinas.

Desde un modesto puesto de pepitas, hasta la más fifí tienda de muebles, ropa y regalos, durante dos días mantendrán ofertas a su clientela, procurando atraer al mayor número de compradores y vender en ese lapso lo que quizá no vendieron durante todo el año.

El “Buen Fin” no es más que una copia del famoso jueves negro del comercio de los Estados Unidos, donde en conmemoración del Thanksgiving Day o Día de Acción de Gracias, que celebran la última semana de Noviembre, solo que allá en realidad sí ofrecen al público generosos descuentos en toda su mercancía y no engañan con simulaciones como en este maltratado país nuestro.

Sin embargo, el “Buen Fin” de alguna manera significa una importante derrama económica que beneficia a todos, aparte de que nos hace sentir como ciudadanos del primer mundo, como si todos fuéramos de “caché”, fifís pues, al salir con enormes bolsas de las tiendas trasnacionales de Altama o ir a comer o cenar a los restaurantes popof de la ciudad.

Intereses comerciales aparte, el “Buen Fin” está inspirado en el espíritu navideño, fecha en que todo mundo intercambia obsequios sin haber motivo alguno, más que la tradición inventada por los grandes mercaderes del mundo.

Ahora bien, quizá el “Buen Fin” pudiera convertirse en algo más interesante y útil para el Gobierno, como un termómetro, por ejemplo, de la economía del país, al cuantificar la derrama económica de las compras en todo el territorio nacional y evaluar el bienestar de los mexicanos en base al resultado de lo que gastó en dos días de éxtasis mercantil.

En fin, esperemos que el “Buen Fin” no sea un mal comienzo del mexicano, en los umbrales de un año que se augura difícil para todos. ¿Y el ahorro?, ese puede esperar la cuesta de enero.

EN MADERO SE CUMPLEN LOS PROYECTOS

El alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, aseguró que todas las obras públicas en construcción y las proyectadas por su administración municipal, se concluirán en tiempo y forma, sin aflojar el ritmo de trabajo ni descuidar el espíritu social de todo lo que tiene que ver por el bienestar de los maderenses.

Durante un encuentro con los integrantes de la Cámara de la Industria de la Construcción, Oseguera Kernion refrendó su compromiso de trabajar con ellos en la modernización de Ciudad Madero, privilegiando el interés de las empresas locales en las asignaciones de obras que impulsen el desarrollo de la ciudad.

Luego, en voz del secretario de Obras de Madero, el alcalde Oseguera Kernion dio a conocer el programa de obra pública ejercido durante el año que está por terminar, mediante la aplicación de cerca de 92 millones de pesos en diferentes proyectos.

En Madero pues, hay certeza en su proyecto urbano y social.

P.D.-Un mal comienzo, puede no llegar a un buen final.

e-mail: armando_juarezbecerra@jotmail.com