Al ser considerado como un factor esencial para la salud, las farmacias en el país no han parado operaciones y mantienen el servicio.

Los trabajadores de las boticas se han convertido en esta contingencia en Héroes Reales, ya que debido a su labor podemos adquirir medicamentos para atender diversas enfermedades sin preocuparnos por desabasto.

Tal es el caso de Joaquín Arturo González Vázquez, empleado de Farmacias Similares que enfrenta con valentía su labor de dar atención a clientes que acuden a comprar medicinas, ante el riesgo de contagio del Covid-19 por estar en contacto todos los días con muchas personas.

Él continúa con su trabajo a pesar de los riesgos que implica salir todos los días de su casa al estar en contacto con diversas personas tanto en el trayecto al local, en el trabajo y en el retorno a casa, por ello toma en cuenta todas las precauciones para mantenerse libre de Covid-19.

Trabaja desde hace 9 años en una farmacia en Altamira, “me gusta mucho el trato con el cliente, y saber que trabajamos para cuidar la salud de las personas”, dice el trabajador esencial quien nunca había vivido una situación como la actual.

Toma muchas precauciones al volver a casa, para evitar cualquier riesgo, sobre todo al acudir al establecimiento personas enfermas o familiares de estos.

“La empresa nos recomendó cumplir con los cuidados necesarios como al volver a casa, quitarnos la ropa y la bata, lavarla y bañarse inmediatamente para evitar el contagio por el contacto con clientes todos los días”, refirió.

Joaquín comentó que la empresa para la que trabaja les ha proporcionado asesoría sobre cómo cuidarse para evitar riesgos, “en la farmacia tenemos consultorio y a cualquier paciente que manifiesta síntomas lo conducimos hacia el médico, lo que más me gusta de mi trabajo es la medicina y la salud”.

Compartió que la experiencia más gratificante que ha vivido es poder ayudar a los clientes que no tienen dinero para comprar su medicina, “a veces la gente no completa para su medicina, si le faltan 10 o 20 pesos se lo ponemos porque vemos que realmente lo necesita y la gente es agradecida y nos da su bendición, esas bendiciones son las que más me llenan de satisfacción en la vida”.

Desde que inició el Covid-19 ha estado trabajando sin ninguna alteración en sus horarios de trabajo, todos los días acude de 7 a 3 de la tarde a laborar, ya que las actividades de farmacias son consideradas como esenciales, por lo que los horarios de estos negocios no tuvieron cambios.

“Tenemos una línea marcada en la farmacia para respetar la sana distancia y poder atender al cliente, también usamos cubrebocas y una careta de protección todo el tiempo en que estamos recibiendo clientela”.