En la memoria de muchos no existen datos del impacto devastador de un ciclón en el sur de Tamaulipas y a pocos días que comience el periodo de huracanes en el Océano Atlántico y el Mar Caribe la amenaza regresa con más fuerza, ante el pronóstico de una temporada muy activa con la formación de 14 fenómenos.
“Andrea”, “Barry”, “Chantal”, “Dorian”, “Erin”, “Fernand”, “Gabriel”, “Humberto”, “Imelda”, “Jerry”, “Karen”, “Lorenzo”, “Melisa” y “Néstor” son los nombres anticipados para las probables 6 tormentas tropicales, cinco ciclones de categoría 1 y 2 y tres más de fuerza 3, 4 y 5 en la escala Saffir-Simpson, los cuales amenazan a seis municipios costeros de Tamaulipas y a su más de millón y medio de habitantes.
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Los huracanes sólo se forman sobre aguas que tienen al menos una temperatura de 26,51° y en algunas regiones del Atlántico y el Golfo de México están más calientes ahora y una posibilidad mayor de que la cifra tienda a incrementarse por efectos de “La Niña”.
La temporada ciclónica, que oficialmente inicia el sábado 1 de junio y termina el 30 de noviembre en el Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe podría ser más activa, de acuerdo con pronósticos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), sin embargo la región tamaulipeca no está exenta de los efectos lluviosos de los probables 19 fenómenos ciclónicos en el Oceáno Pacífico.
El riesgo es potencial y la probabilidad es que sean de cuatro a seis ciclones los que impacten al territorio mexicano, obligando a los sistemas de Protección Civil en Tamaulipas al reactivamiento de la revisión de inventarios de recursos, del reestablecimiento de los 500 albergues y la acción de programas inmediatos de limpieza de la vía publica, drenes, cárcamos y desasolves de los vasos reguladores y cuerpos de agua, señaló su director Pedro Granados Ramírez.
El litoral costero de Tamaulipas es altamente afectable y aunque los de mayor vulnerabilidad son Matamoros, San Fernando, Soto la Marina, Aldama, Altamira, Madero y Tampico, los demás no están exentos y otros como El Mante, González y Ciudad Victoria tambien lo afrontan e incluso Reynosa y Nuevo Laredo sufrieron grandes inundaciones por lluvias atípicas en junio del año pasado, expuso.
“El trabajo conjunto con la Comisión Nacional del Agua ya comenzó, dijo, y ya se desempolva el plan de actuación en tres etapas: antes, durante y después de la ocurrencia de estos sistemas ciclónicos”.
¿QUÉ PASÓ EN EL 2018?
La Secretaría de Marina informó que en ese año fueron 22 ciclones desarrollados en el Océano Pacifico Nororiental y en el Océano Atlántico.
De ellos cuatro afectaron costas nacionales: “Bud” lo hizo con categoría 4 el 14 de junio 2018 a 20 kilómetros al este de San José del Cabo, BCS; “Rosa” con categoría 5 golpeó a las 04:30 horas el 2 de octubre a 312 kilómetros al sureste de Ensenada, BC; “Sergio” con categoría 4 afectó a las 07:00 horas el 12 de octubre una amplia zona a 75 kilómetros al suroeste de Santa Rosalía, BC; y “Willa” con fuerza de categoría 5 golpeó a las 20:00 h la región de Escuinapa de Sinaloa.
EL MÁS PELIGROSO DEL MUNDO
Las condiciones del calentamiento global generaron que en años anteriores, concretamente en octubre de 2015, México tuviera a “Patricia” considerado el “Súper Huracán” o el más peligroso del que haya tenido registro el mundo.
Fue el ciclón tropical más intenso jamás observado en el hemisferio occidental en términos de presión atmosférica, y el más fuerte a nivel global en términos de viento máximo sostenido, originado a partir de una perturbación tropical al sur del Golfo de Tehuantepec.
Su fortalecimiento fue lento, hasta convertirse en el decimosexto huracán de la temporada, esperando que alcanzaría a “Kenna” y “Odile”, pero para el 23 de octubre, a las 03:30 a.m. “Patricia” se convirtió en un huracán de categoría 5 para finalmente ser catalogado como el más peligroso del mundo en la historia.
LA FUERZA ET
La voz popular festeja que desde hace 51 años Objetos Voladores No Identificados (OVNIS) protegen a los habitantes en la zona sur de Tamaulipas, pues desde agosto de 1967 no ha sufrido el impacto de algún ciclón, pero la amenaza regresa cada año.
El capitán Manuel Aceituno Rodríguez recuerda que fue en 1955 y 1966, cuando “Hilda” e “Inés” golpearon directamente a Tampico, dejando devastación y muerte, en la que es considerada una de las mayores tragedias de la historia.
Sin embargo, a lo largo de esos 63 años, solo han registrado proximidades de ciclones, con consecuencias muy serias, pues como sistema, tienen cientos de kilómetros de influencia, que han dejando historias de precipitaciones y marejadas intensas.
Hay quienes señalan que incluso frente a la costa de playa Miramar está una base de extraterrestres que ha generado la desviación de fenómenos que pareciera impactarían de lleno, “pero nada hay que dejarlo a la suerte, debemos hacer nuestra parte de prevención, ya que si bien es cierto existe esa presencia, no estamos exentos de un impacto”, dijo a El Sol de Tampico Juan Carlos Ramón López Díaz, presidente de la Asociación de Investigación Científica Ovni de Tamaulipas (AICOT).