La cultura del reciclaje tiene su origen en las comunidades rurales, sin duda alguna.
Y es que las abuelitas de la región estaban acostumbradas a reutilizar todo lo que tenían a su alcance y darle vida, principalmente, en su extenso jardín.
Y es por eso que como maceteros improvisados se podían encontrar botellones, llantas, envases de refresco, recipientes plásticos de todo tipo y hasta faldones y piezas de una lavadora; a todo le daban una nueva vida.
Así es como existen una gran cantidad de jardines en Pánuco, Cacalilao, Ebano, Tamuín, Valles, Tempoal, Tantoyuca, Pueblo Viejo, Tampico-Alto, Ozuluama, Naranjos, Cerro Azul, etc.