Se le conoce como la Batalla de Tampico, está inscrita ya como efeméride nacional pero es mucho más que eso, no sólo fue un enfrentamiento armado entre los pobladores del territorio y las fuerzas invasoras de España, es la única y gran derrota militar reconocida por el Ejército español que dio pie a la consolidación de la Independencia nacional para quienes en ese entonces aspiraban a forjar la gran nación que es México.
Este 11 de septiembre autoridades y ciudadanía celebrarán en Tampico el 190 aniversario de esta gesta en la que centenares de ciudadanos anónimos ofrendaron su vida por lograr la libertad de una incipiente nación. La última confrontación se libró en el Fortín de la Barra.
La capitulación de las armas, documentada y sobre todo, aceptada como fue la del 11 de Septiembre de 1829, cobra mayor valor histórico y reconocimiento en honor del sacrificio de miles de mexicanos anónimos que dieron su vida por ser libres, dado que ahí el Brigadier Isidro Barradas entrega las banderas de su fuerza armada en señal de rendición.
La Batalla de Tampico librada en lo que ahora es la Plaza de La Libertad fue encabezada por los generales mexicanos Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán contra la División de Vanguardia del Ejército Real comandada por el brigadier Isidro Barradas.
La incursión buscaba sentar las bases para una nueva sumisión al interés del rey de España, Fernando Séptimo.
MAYOR IDENTIDAD
Pedro Granados Ramírez, integrante de la Agrupación Rescate Histórico de México, comenta que las acciones por este hecho histórico están orientadas a darle mayor identidad y orgullo a los residentes de esta zona, resaltando este hecho como una contribución importante a México.
La historia, señala el entrevistado, marca el 27 de Septiembre de 1821 como el fin de la guerra de Independencia al cesar las hostilidades por acuerdos políticos, pero no por una capitulación por las armas como la ocurrida en Tampico en 1829.
En ese sentido, sostiene que pese a los acuerdos de 1821, el reino español, azuzado por grupos afines en el territorio nacional, insistió en lograr la recuperación y para ello el 28 de octubre de 1828 se comienza a organizar la embestida a cargo del general Isidro Barradas, que en julio de 1829 partió de La Habana, Cuba con un ejército de tres mil 600 realistas.
“No existe otro pasaje en la historia nacional donde las fuerzas armadas españolas acepten una derrota militar ante otro ejército, esto es muy importante, en 1821 fue la consumación, ahí se hacen los acuerdos políticos, los Tratados de Córdoba, el Plan de Iguala, el Abrazo de Acatempan y la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México pero fue más por interés político”, sostuvo.
Ese acuerdo, dijo, no fue del todo aceptado, el rey Fernando Séptimo no lo apoyó del todo al igual que muchos españoles asentados en México lo que dio paso a un periodo de inestabilidad durante años dando origen a los hechos de Tampico de 1829.
La Independencia formal de México se reconoció por escrito y por intereses políticos el 25 de diciembre de 1836 con el Tratado Santa María-Calatrava, firmado por Miguel Santa María y José María Calatrava, no registrándose ningún intento del reino español por volver a conquistar este territorio.
Granados Ramírez señala que se ha dado un gran paso como fue el reconocimiento de la Batalla de Tampico y su inclusión como efeméride, sin embargo, se continúa trabajando para lograr mayor realce a la fecha dado es la única victoria militar con capitulación firmada así como entrega de armas y banderas por parte de la corona española.
ANTECEDENTES
De acuerdo con la historia, el brigadier Isidro Barradas y su ejército arribaron durante el mes de julio de 1829 a la costa norte del estado de Veracruz para asolar la región, logrando su cometido el 31 de ese mes al tomar el control de Tampico Alto, El Fortín de la Barra y posteriormente lanzar la ofensiva a la ciudad, la cual tomaron sin resistencia dado que ésta había sido abandonada por sus pobladores.
La incursión era con el fin de encontrar entre los militares nacionales así como población en general, adeptos al rey Fernando Séptimo con el fin de lograr mayor apoyo en la zona sin embargo la respuesta fue escasa, además de que el respaldo desde Cuba no llegó.
Ante el avance español en la zona, desde Veracruz partió el general Antonio López de Santa Anna que apoyado con 500 hombres acudió a la defensa de la región contando con el respaldo de los generales Francisco Valdivieso y el coronel José Velázquez.
La defensa de la zona inició el 21 de agosto por la madrugada ya que las huestes del general Santa Anna desde el Pueblo Viejo iniciaron el sitio a la ciudad que se prolongó hasta septiembre.
Tras varios días de encuentros bélicos, el combate final, en La Barra del Río Pánuco y del Fortín de La Barra, se dio al anochecer del 10 de septiembre y terminó a las 6:00 horas del 11 de septiembre de 1829.
De acuerdo con los relatos, ese mismo día, a las 15:00 de la tarde, el brigadier Isidro Barradas firmó la capitulación de las fuerzas españolas, y en calidad de prisioneros, fueron obligadas a embarcarse hacia La Habana y España.
Hoy por Hoy, México Libre.