Sólo 1 de cada 10 niños con autismo en la zona es aceptado en planteles educativos, mientras que los padres que tienen la oportunidad de que su hijo pueda estudiar debe de realizar erogaciones fuertes, situación que ha complicado tanto la concienciación como la integración social de las personas que están en esta condición.

“Desde que nos dan el diagnóstico, lo más difícil es la inclusión, la comprensión de las personas hacia quien tiene esta condición de un espectro autista se vuelve muy complicado, además de la preocupación de nuestros hijos, la presión social y saber que nos enfrentamos en ocasiones a una falta total de empatía”, señaló Karla Rocío Arteaga Jerez, psicóloga y colaboradora de “Compartiendo Un Mundo A. C.”.

La asociación busca concienciar a la ciudadanía sobre el autismo, además de apoyar en la capacitación de padres y familiares de personas que tienen este padecimiento y contribuir a su integración social.

“Al ser el autismo una condición que afecta tres áreas específicas del neurodesarrollo: la comunicación, el comportamiento y la socialización, los menores no presentan algún rasgo físico que haga que las personas los identifiquen, lo que lleva muchas veces a que se haga muy difícil que sea aceptado o comprendido”, señaló.

Por este motivo apenas 1 de cada 10 niños con diagnóstico de un espectro autista es aceptado en escuelas regulares, ya que el sistema educativo no cuenta aún con profesores o especialistas para atender a este sector de la población, a pesar de que ya existe una normatividad que obliga a las instituciones escolares a aceptarlos.

“Es un índice muy bajo los que están integrados a una escuela regular o de educación especial en la zona, nos topamos más con la barrera de que las escuelas no los aceptan porque argumentan que no están capacitados para atender a niños con autismo, a pesar de que existe una ley para las personas dentro del espectro autista que dice que no se puede negar el acceso a niños con diagnóstico autista, las escuelas siguen sin aceptarlos”, expresó.

Indicó que son los propios padres quienes buscan cómo sacar adelante a sus hijos, ya que tampoco existen médicos neuropediatras suficientes para la atención, pues tan sólo en el IMSS hay un solo especialista en este campo para los cientos de niños que tienen esta condición en el sur de Tamaulipas.

Los servicios son muy escasos para quienes tienen autismo, expresa, “por eso seguimos trabajando por todas las familias para que cada vez sea mayor el apoyo para quienes están en esta condición y para los que deben de convivir con ellos, porque es urgente que se abra más la promoción de la conciencia sobre la atención y los derechos de estas personas”.

El colapso de sistemas y redes de apoyo vitales como resultado del Covid-19, exacerba los obstáculos a los que deben enfrentarse las personas con autismo para ejercer estos derechos. Se debe asegurar que una interrupción prolongada causada por la emergencia no resulte en un retroceso de los derechos que con tanto esfuerzo han defendido las personas con autismo y las organizaciones que las representan.

APOYO EN FACEBOOK

“Compartiendo Un Mundo A. C.” tiene una cuenta en Facebook, donde los padres y familiares de personas con autismo se apoyan en diversos acciones para lograr la integración y que se pueda tener una mayor esperanza en el pronóstico de vida, siendo el mayor reto lo referente a lo económico, que es muy grande al tener que erogar en terapias, maestros y otras acciones.