Camino original de los primeros pobladores, parte de un centro ceremonial importante, zona de guerra entre españoles contra huastecos y primera laguna explotada para dar agua a Tampico; La Vega Escondida sobrevive a la actividad humana como un área natural extraordinaria, donde aún se pueden ver los “perros de agua”, que le dieron nombre a la ciudad.
EN LA VEGA ESCONDIDA SE INSTALÓ LA PRIMERA PLANTA POTABILIZADORA
Ubicada al noroeste de Tampico, este remanso natural fue un paso obligado para las civilizaciones que llegaron en diversas épocas a la zona sur de Tamaulipas, ahí se construyeron pirámides y se estableció un conjunto que años más tarde se conocerá como Tancol y que pasará de ser un ejido a una colonia de Tampico.
Con 2 mil 217 hectáreas, La Vega Escondida es uno de los 11 cuerpos de agua del sistema lagunar que rodea a Tampico, forma parte de la biodiversidad de este complejo acuífero, donde existen 24 especies de fauna y 4 de flora, destacando entre ellos: dos mamíferos (nutria), nueve aves, ocho reptiles, dos anfibios, tres peces.
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Fue en este sitio que a finales de la década de 1920 se instaló la primera planta industrial para poder dotar de agua potable a Tampico y la industria petrolera que tuvo sus centros de refinamiento en la ciudad, el cual operó solo de 1929 hasta el año de 1951, ya que el crecimiento de la ciudad hizo que se fuera más al sur para mejorar el servicio.
LA DECLARAN ÁREA NATURAL PROTEGIDA EN EL 2003
El islote que sirve de entrada a la laguna fue entonces poco a poco abandonado, incluyendo la formidable construcción de la potabilizadora Hidros, convirtiéndose durante varias décadas en uno de los paseos más exóticos de la ciudad, pues grupos de jóvenes iban a hasta la Vega Escondida a disfrutar de la naturaleza y en busca de aventuras.
En el año 2003 la Vega Escondida es declarada por el gobierno de Tampico y la administración estatal como Área Natural Protegida, sujeta a la conservación ecológica, desde entonces se han planteado diversos proyectos para la preservación de la biodiversidad que se tiene y se ha nombrado a la antigua planta potabilizadora como “Casa de la Naturaleza”.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, el biólogo Sergio García Sandoval, integrante del Consejo Ciudadano del Agua del Estaurio del Río Pánuco, señaló que “es urgente el rescate de la zona con un monitoreo de cual es la situación que guarda este reducto natural de Tampico, donde especies nativas aún sobreviven”.
“Una de las secciones que señala la ONU como “focos rojos” por el cambio climático, son precisamente las áreas como la nuestra, que están cercanas al río y las lagunas, con una gran cantidad de habitantes viviendo en las orillas, donde los efectos del calentamiento global, pues ya los niveles del mar están creciendo y la deforestación es constante”, dijo.
EN LA PANDEMIA SURGIÓ SU MAYOR BIODIVERSIDAD
Por lo menos 120 especies de aves se han registrado en fotografías por la asociación Mission Nature, en este espacio natural, pero además se han descubierto plantas y se ha captado fauna que se creía extinta, sobre todo aves migratorias de diversas especies y la nutria, que ha vuelto a verse, de acuerdo al coordinador de esta agrupación Martín Sánchez.
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Comentó que varias especies como una de un pequeño Martín Pescador, de Coa o Pájaro Bandera, que tenia 40 años de no verse en esta zona, así como el Halcón Peregrino, un zopilote albino y las nutrias es parte de la fauna que se pudo ver en la zona de la Vega Escondida durante los meses de pandemia, cuando el ruido y la actividad humana fue mínima.
Añade Martín Sánchez que colaboran con AMET Conservation Foundation, pues varias de las especies que ellos han logrado fotografiar se han publicado en revistas de estudios científicos, debido a la singularidad de las aves, por lo que el valor de este refugio natural es de suma importancia para la preservación de una gran variedad de especies.
