Al menos cuatro lagunas de la zona sur de Tamaulipas registran una marcada sequía, por lo que las autoridades han intensificado operativos de vigilancia para evitar que sean rellenadas e invadidas de manera ilegal.
El titular de la Dirección de Ecología en Tampico, Alejandro Deutsch Lozano, explicó que las afectaciones a los cuerpos de agua por rellenos son irreversibles, por lo que en caso de detectar a alguien invadiendo se aplica una multa que va de tres mil hasta 20 mil pesos, mientras que el municipio puede proceder legalmente contra la persona.
Viviendas asentadas en estas zonas corren riesgos
“La construcción de viviendas en estos espacios representa un severo problema al aumentar las posibilidades de inundaciones, ya que estas áreas pueden recobrar sus niveles durante la temporada de lluvias”, explicó.
Indicó que organizaciones civiles y autoridades municipales han comenzado a implementar jornadas de limpieza en las orillas de las lagunas para eliminar desechos contaminantes que quedaron al descubierto al consumirse o evaporarse el agua.
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“Durante esta sequía, estamos reforzando la limpieza de nuestras lagunas y eliminando todos los desechos. Desafortunadamente encontramos mucha basura que no debería estar en esa zona. Invitamos a la ciudadanía a participar en la concientización sobre este tipo de basura”, señaló.
Otro de los municipios que se sumó a esta iniciativa de limpieza es Altamira, con un promedio de 70 personas adscritas a diversas direcciones y coordinaciones del ayuntamiento comenzaron las labores para mantener en las mejores condiciones la Laguna del Champayán que es otro de los cuerpos de agua afectados.
Vigilan para evitar rellenos en lagunas
El relleno de las lagunas es un delito, por lo que la ciudadanía debe denunciar si se percata de acciones de relleno, delimitación o edificación de casas en estos lechos acuíferos hoy secos por más de ocho años sin lluvias copiosas, falta de infraestructura hidráulica, calor extremo y nula cultura de su cuidado.
El regidor de la Comisión de Ecología y Medio Ambiente en Ciudad Madero, Mauro Reyes Cobos, mencionó que, a través de los elementos de la Guardia Estatal se llevan a cabo acciones para evitar que los ciudadanos arrojen basura o escombro en las lagunas.
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“Estamos muy atentos al operativo de vigilancia con el apoyo de la policía. Sabemos que existe la irresponsabilidad de ver las lagunas secas y creer que son espacios para tirar desechos, pero no es así. Estos espacios, desafortunadamente, son dañados por las condiciones climáticas y necesitan ser resguardados”, afirmó.
Las autoridades municipales aplicarán un operativo de seguridad para frenar el relleno de las lagunas, ya que esto genera problemas de inundaciones constantes. La Laguna Nuevo Amanecer y la Laguna La Ilusión de Ciudad Madero han perdido al menos 80% de su capacidad de captación debido a los constantes rellenos e invasiones sin control.
En este municipio petrolero se tienen contabilizadas 11 lagunas en diversos puntos de la ciudad, la mayoría en situación crítica ante los bajos niveles de captación de agua, incluyendo la Laguna La Ilusión, Laguna Nuevo Amanecer, Laguna del Chipús y Laguna de los Patos.
“Hasta el momento sólo la Laguna Nuevo Amanecer, ubicada en la colonia Lucio Blanco de Ciudad Madero, se encuentra completamente seca”, aseguró Reyes Cobos.
Especies afectadas
La sequía que ha impactado en lagunas como El Champayán y Chairel que abastecen del recurso la zona urbana y empresas de la región, la desecación de estos cuerpos de captación afecta a decenas de especies. De inicio las especies acuáticas como peces y crustáceos que encontraban en estos espacios su hábitat natural, incluso aquellas consideradas invasoras como el pez diablo, que no ha podido sobrevivir a esta sequía.
Otras son aves y reptiles que encuentran en las zonas lagunares, pantanos y mangles espacios para anidarse, reproducirse y cazar, incluso en algunas zonas se pueden observar tortugas que no han sobrevivido a este impacto de la naturaleza derivado del calentamiento global y la falta de precaución humana.
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Hoy la zona vive una de las más severas sequías de las últimas décadas, con lagunas que jamás pensamos ver secas y que hoy es necesario protegerlas para evitar sean invadidas o rellenadas, agravando aún más la crisis que ya enfrentamos.
