Una luminosa estructura publicitaria relumbra durante las noches del centro histórico de Tampico. El letrero de la Corona es tanto un emblema del puerto, como un recordatorio de la relevancia de las bebidas que buscan aliviar el calor que caracteriza a la zona.
Con cerca de 90 años de antigüedad, este anuncio que comenzó como una estructura de madera y ahora se eleva a casi diez metros de altura se ha vuelto todo un ícono de la ciudad.
RECUERDO DE LOS GRANDES CARNAVALES
Ubicado en una de las principales vialidades del primer cuadro de la ciudad, la calle Aduana, el letrero de la Corona nos remonta a los años de los grandes carnavales porteños, comenta el historiador Francisco Ramos Alcocer.
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A principios del siglo XX, relata el investigador, los carnavales se vuelven muy famosos. A partir del centenario de Tampico, en 1923, se organizan los primeros concursos.
“En uno de estos carnavales, se hizo una premiación de la mejor comparsa, el mejor carro alegórico, el mejor arreglo floral. Entonces a alguien se le ocurre hacer un arreglo floral con forma de estructura, participan y lo ponen precisamente ahí, en frente de donde estuvo la tienda Woolworth”, indica Ramos Alcocer.
Se trataba de una estructura de madera, misma que tuvo tanto éxito que la Corona la toma, y la reelabora como estructura metálica a la que le integra focos.
AÑOS DE DESTACADAS ESTRUCTURAS
Aunque son distintas las versiones, todo apunta a que el periodo en que se instala el letrero es a finales de la década de los veinte, cuando la cerveza Corona comienza a ser promocionada en el país
“No se sabe bien el año, pero para antes de la Segunda Guerra Mundial ya tenemos el letrero de la Corona”, explica el historiador vía telefónica a EL SOL DE TAMPICO.
No era el único anuncio publicitario de una cerveza. Al menos un par de promocionales de Dos Equis se veían en el centro: uno cerca de La Sevillana, y otro junto al cine Alcázar, al lado de la Catedral.
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Ramos Alcocer también menciona otras estructura destacada en la ciudad: el arco petrolero que estaba instalado sobre avenida Hidalgo, a la altura de la hoy tienda Liverpool.
PASAN LOS AÑOS Y EL LETRERO CAMBIÓ
Por algunos años, el letrero de la Corona permaneció deshabilitado, pero fue en 2019, en la administración del alcalde Jesús Nader Nasrallah, y junto al Grupo Modelo, cuando se le restaura y vuelve a iluminar la calle Aduana.
“Esta estructura es parte de nuestro sentido de identidad y a lo largo de su existencia ha soportado ciclones, tormentas y huracanes; y hoy lo veremos nuevamente lleno de luz y sin duda seguirá siendo referente del progreso que se vive en nuestra ciudad”, expresó en su momento el edil.
Con el paso de los años la tecnología avanzó, y el letrero fue modificado. Alrededor de los años sesenta, sus focos fueron sustituidos por luminarias de neón que son con las que cuenta actualmente. También el anunció cambió: de parecer la silueta de una corona con la frase “Cerveza regia”, pasó a la forma circular con la que lo reconocemos hoy.
“El letrero ya es parte de la identidad de Tampico, al igual que el kiosko, la Catedral, el edificio de la aduana; se ha vuelto parte de los íconos del centro histórico de Tampico y que y nos hace diferentes a otras ciudades”, indica Ramos Alcocer.
