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Por motivos de trabajo, seguridad o simplemente tener tiempo para sí mismas, las madres modernas echan mano de los celulares, tabletas o laptops para mantener entretenidos a los hijos, lo que se convierte en un arma de dos filos.
El hilo entre un método esporádico de recreo o educación y el delegar la crianza de los hijos a los gadgets es muy delgado, y en muchos casos estos se convierten prácticamente en las nanas o madres virtuales.
Como todo es justamente el exceso y la falta de control lo que genera afectaciones negativas en los hijos, donde problemas de socialización, sedentarismo y muchas veces apatía comienzan con esta sencilla acción de entregar el celular.
La psicóloga clínica Lizbeth Lozano, especialista en niños y adolescentes dijo que “más que hablar de Internet como algo nocivo tiene que ver con uso, abuso y falta de supervisión, es justamente ahí donde se generan los daños y la parte negativa”.
La especialista del Centro de Rehabilitación Integral (CRI) del DIF Madero, precisó que los smartphone pueden ser una buena herramienta con los menores, pero jamás podrán ser usados como un método de crianza o de sustitución de la figura materna o paterna.
Los casos en que los niños y adolescentes pasan muchas horas en el celular, la tableta o la computadora va cada vez en mayor aumento, sin percatarse la adicción y posteriores daños que estos pueden repercutir en los infantes y posteriormente adolescentes.
LO BUENO Y LO MALO
Tomado como una herramienta pedagógica, el Internet representa beneficios al tener acceso a programas educativos y didácticos que ofrecen una gran variedad de opciones para los niños que aún no están en edad escolar.
“Es algo con muchos beneficios, la parte pedagógica, juegos interactivos donde el niño desarrolla habilidades de memoria, atención y zona cognitiva, incluso con colores vivos y divertidos”, refirió la especialista.
Debido a este uso cotidiano las nuevas generaciones a muy temprana edad comienzan a conocer el manejo de la tecnología, como entrar a las aplicaciones, programas, juegos o incluso usar los navegadores en sus diversas modalidades.
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El problema comienza con el abuso, “cuando la cuestión virtual sustituye a la realidad, no solo en niños sino también en el adolescente, que están muchas horas jugando generando sus 'amistades' virtuales incluso de otros países”.
La especialista en psicología recomendó aplicar reglas en el uso de estos aparatos, tanto de acceso a la información como de tiempo de uso, jamás sustituir las actividades kinestésicas con las cuestiones de realidad virtual.
Hace algunas décadas fue la televisión la que fue usada como instrumento de crianza, después llegaron los juegos de video, ahora son las redes sociales y los contenidos de internet los que vienen a suplir la presencia de las madres y los padres.
“Lo podríamos visualizar como una herramienta muy útil, pero es un arma de dos filos ya que es demasiada la información a la que podemos llegar”, expuso Lozano, quien insistió en que “en ningún momento debe ser una sustitución del personaje de crianza del niño”.
La vorágine de responsabilidades ha obligado al uso excesivo del Internet y que se convierta en un elemento formativo, pero esta tecnología, por más inteligente que sea, jamás sustituirá los momentos de aprendizaje y los buenos recuerdos a lado de nuestra madre y padre.
El internet es una herramienta muy adictiva donde no importa la edad ni el genero
Lizeth Lozano
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